Hablar de futuro ahora, para el COB, es como remover la tierra con las manos y no saber que saldrá primero, si una semilla o un escorpión. Por la clasificación, pero sobre todo por la aprensión, la desconfianza por moverse por una zona de fuerte oleaje, un vecindario, del que es tan fácil salir onceavo -sería la permanencia- como hundirse en uno de los tres puestos de descenso por, simplemente, un cara o cruz.
Como el juego de la “chapas”, que muchos vecinos de Valdeorras, el Bierzo, recordarán: tres monedas al aire y que haya suerte. esperemos que en ese “back to back” (espalda con espalda), que dicen quienes siguen la NBA, por afrontar, la suerte caiga del lado ourensano. Por lo menos cuando el Pazo le mira: Coruña -ya-, Melilla, Valladolid, Almansa, Oviedo, Alicante y Lleida. Necesita el COB, a falta de 14 partidos por disputar, repetir números de lo hasta ahora logrado -6 triunfos- lo que sería suficiente para sellar su permanencia.
Cierto que de momento -3 jornadas segunda vuelta- no se ha roto nada a pesar de estos pesares en forma de lesiones, indecisiones, falta de suerte e incluso cambio de entrenador.
Al recién llegado Félix Alonso le corresponde, cara esta segunda vuelta, acometer un primer nivel de remodelación y encajar nuevas piezas: Aboubacar debe compartir el “cinco” con Kuath y para Manjgafic una mayor libertad, responsabilidad, que se espera desbloquee su mejor versión. Y por encajar ese “generador” por llegar, que, a modo de combo, encubra la “deserción” de Willet y la marcha de quien fue capaz de cambiar la dinámica del equipo en su incorporación, Jhornan Zamora, al que su situación contractual en Venezuela, cuya Liga empieza en marzo, obliga a marcharse. Salida que por apego al club y más en concreto al directivo Camilo Alvarez, el jugador intenta posponer al límite de lo posible.
Por el resto, acorde a pronóstico. No es sorpresa que se lleve la Copa Princesa el más regular de lo que de temporada, el Palencia, ante el más rico, el Andorra, sino de justicia y consideración por el trabajo del “One”, en su paso por Ourense, Pedro Rivero, para quien la LEB Oro no tiene secretos.
