Opinión

COB significa Ourense

Días atrás leíamos un comentario de Alex Grijelmo sobre el libro escrito por Martín Caparrós ("El hombre") donde explica que los términos técnicos no producen efectos emotivos. Por ejemplo decimos, PP, PSOE, ONU, OTAN... Pero no nos referimos aquí a organismos o partidos, sino a los  términos comunes que se esconden tras unas iniciales que los desproveen de su capacidad de seducir o repugnar. Siglas que van sustituyendo a vocablos que reflejan, en mayor medida, un sentimiento. "Película" es un término cálido y DVD un vocablo frío. ATS, ATC. No se habla del coste de la vida sino del IPC y nos amenaza menos un ERE que un "despido colectivo". RPT reduce mucho su significado en cuanto a "consolidación" de puestos de trabajo "institucional". IRPF, IVA que quizá nos despista un tanto de las exigencias que debemos plantear a cambio de nuestro sacrificio fiscal. La frialdad de las letras las deja desactivadas, inservibles para la batalla.


Así de superficiales, sin calidez, pueden sonar las excusas "técnicas" de las instituciones a la hora de "avalar" el ascenso deportivo del "COB a la ACB".  
Frialdad a la hora de utilizar unos vocablos que, sin cuestionar su rigor, sí carecen de la pasión necesaria. Mayor entusiasmo y respeto transmite la referencia a Club OURENSE Baloncesto y su participación en la segunda mejor liga del mundo;  con lo que ello representa como imagen de ciudad. Entre otras cuestiones que la línea de AVE se justifique por algo más que el triste viaje de nuestros jóvenes camino del exterior. Ourense podría ser más destino "vital" -el termalismo es más que unas pozas- y no, como es ahora, punto de partida.
Vamos, de oficializarse la deserción, peineta institucional, por no aludir a otro término igual de simple pero quizá más soez que se hacía con ambos brazos y que no era tan fácil de ejecutar con estilo a los aficionados o mejor a todos aquellos ourensanos deseosos de equipararse con los mejores -¡que se lo han ganado!-.


'Emoji' -que seguro habrá- institucional a Antonio Gavilanes y su consejo de administración, pese al acierto en su gestión. Por nuestra parte no va a faltar el justo reconocimiento a quienes fueron capaces de anteponer sentimientos e ilusión a la frialdad de los tecnicismos y contra pronóstico, arriesgando patrimonio y "financiando" cuando fue preciso, lograron superar todas las barreras habidas y... por haber. Pues conociendo su tenacidad seguro que se mantendrá en la lucha hasta el final. Aunque para ellos el objetivo está más que cumplido. Al igual que para técnicos y jugadores.
¡Ahora la "posesión" es de otros!
"Dirás que soy un soñador, pero no el único" (John Lennon).

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