Lo comentábamos con Pepe Garrote (Cadena COPE) en la previa del partido. "Logroño es un buen equipo, quizá un tanto inexperto, pero con buenos argumentos ofensivos". Personalizado en Bonifant, Norris, Kupsas, Martín... y las expectativas personales, por aquello de la genética, en torno al escolta Bryce Pressley (Sacramento 17/11/93) intuyendo que podría ser decisivo "a que aporte solo el 50% de lo que aportaba su padre". Con quien, por cierto, guarda un gran parecido físico y que no es otro que Harold Pressley. Un auténtico 'first class' que vino a aportar calidad y nuevas variantes a la posición de '3'. Rápido, con un cuerpo diseñado para el contraataque y siendo más que aceptable su tiro exterior. Pieza angular, junto con Corny Thompson de aquel Joventut capaz de alcanzar una final europea, ganar una Copa y dos ligas ACB.
Sea por genética o por la enseñanzas recibida, cumplió con las expectativas.
Quien no lo hizo fue el COB. Dubitativo en su proceder. Entre la estética de la pasarela -Guerra, Flis, Mitrovic- y el cotidiano "see now, buy now" -Wright, Tomás, Jukic o Hittle- para lo que ha sido diseñado. Lo que tenía muy claro el técnico, García de Vitoria, cuando señalaba la defensa como el "santo grial" táctico del COB. Y que por momentos no se cumple. Lo que hace que el conjunto ourensano sea un equipo más de "media cancha" como son la mayoría de equipos de la LEB Oro. Y no es que los resultados avalen precisamente a ese COB individualista y enzarzado en disputas ofensivas, más bien todo lo contrario. A estas alturas lo "cool" es hacer que el equipo gane no ser el más vistoso.
