Podemos cooperar con infinidad de desconocidos porque confiamos en el relato". Por lo escrito por el poeta israelí, Noah Harari, se puede entender que personas de lugares muy distintos son capaces de esforzarse por un objetivo común si hay una historia que les motive. Y Gonzalo García de Vitoria, técnico del Río Ourense Termal, parece haber encontrado esa motivación.
Por otra parte y a decir de los libros de autoayuda, la satisfacción ante un nuevo trabajo no va más allá de un año. Teoría que echa abajo el excelente rendimiento de dos piezas básicas del equipo, llegadas a Ourense temporada y media atrás: Davis Rozitis, sinónimo de eficiencia, solvencia... excelencia en el juego a la vez que diferencial en esta competición, y Jhornan Zamora, líder incuestionable ante cualquier contingencia. Teoría aún más contradictoria en el caso del técnico cobista, Gonzalo García de Vitoria, ya en su quinta temporada, con capacidad para reinventar y hasta mejorar el equipo temporada tras temporada, Pepo Vidal, Alfredo Ott, Rodríguez... o Watson, los últimos en llegar, que, como bien dijo el exitoso técnico estadounidense Phil Jackson "quizá no sean las mejores individualidades, pero seguro que tengo a los jugadores que mejor saben jugar en equipo".
Esta pasada semana, leíamos un artículo del periodista Daniel Borrás, quien explicaba que un motivo de satisfacción personal, entre otros, puede ser el "ver una cosa y que te guste porque sabes que a la otra persona también le gustará". Eso vuelve a ocurrir en el Pazo. Nada queda de aquel escepticismo de pretemporada para una grada entregada ante la excelente actitud del equipo
