Opinión

En inferioridad

Revisible. Una vez más, y van 11, el equipo anfitrión se lleva la Copa Princesa. Nadie pensaba que la pasión del Bilbao pudiera frenar la furia competitiva de un Betis histórico en su viaje de vuelta a la ACB. Como así sucedió. Que Thomas Bropleh -a quien ya había recurrido el Breo en su pugna por ascenso hace dos temporadas- fuera el MVP o que el veterano Dani Rodriguez, dominador absoluto del juego, alcanzara su tercer título, apuntes individuales de un amplio catálogo de posibilidades de una gran plantilla. La mejor.

Fin de la Copa y vuelta a la Liga con el resurgir de una vieja polémica: las dichosas ventanas FIBA. Disputa de vanidades entre Euroliga y FIBA ,capaces de tropezar consigo mismos, sin que se atisbe solución alguna. En su momento la FIBA se comprometía a no convocar durante la temporada a jugadores de la NBA que a cambio mantenía su compromiso de participación en la Copa del Mundo. Por otra parte las grandes Ligas del mundo adaptaron sus competiciones a este nuevo calendario FIBA -conocido en verano del 2015-. El acuerdo por "dar un nuevo impulso a las selecciones y la promoción del basket" que preconocida la FIBA parecía gozar de todos los beneplácitos. Todos, menos uno: la Euroliga.

Porfía que por elevación se entendía como ajena a las competiciones dependientes de la FEB. Hasta que el lógico corrimiento de seleccionables les alcanzó de pleno. Sin los NBA, ni los del Barcelona, Real Madrid, Baskonia o Gran Canaria no queda otra que recurrir a la pujante LEB Oro. Opción que alcanza al COB de pleno. Si perjudiciales fueron para el conjunto ourensano los anteriores parones -agosto/setiembre y noviembre/diciembre del 2018- más lo va a ser en esta próxima ocasión -18 a 26 de febrero 2019- pues a las previstas convocatorias de Pepo Vidal (Uruguay) y Jhornan Zamora (con Venezuela ya clasificada y muchas dudas por parte del jugador...) se une la preselección de Davis Rozitis por Letonia. De buenas a primeras y en el tramo más decisivo de la Liga el COB se verá privado de tres jugadores fundamentales en su cinco titular. El 60% en su valor exponencial. Excesivo lastre para una competición donde el valor de una victoria fija los mínimos entre el éxito de un play off o la decepción de un precipitado fin de temporada. Es evidente que no todos los equipos lucharan en igualdad de condiciones.

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