Opinión

Un equipo con más ganas que individualidades

Díficil opinar sobre la actuación del COB en el Palacio de los Deportes de Logroño este domingo, sin caer en los excesos.  Lo que no es distinto a lo sucedido a lo largo de la temporada regular. Se alternan claros y oscuros en el mismo partido con tanta rapidez que parece una trama de telenovela. 

Lo único que cuenta llegados a este punto clave de la temporada es el triunfo y es algo que aprecian de manera correcta los apóstoles del resultadismo. El COB ganó y eso es cierto, se impuso a un Clavijo que se manifestó como un buen conjunto, ponderado y ecuánime, pero que no dispone de un jugador -quizá el pívot croata Demian Balasko fue el que más lo intentó- que llegue donde no lo hace el juego, como sí tiene el conjunto ourensano. De inicio fue Darius Carter el jugador referente, luego tomó el relevo José Nogués y después apareció Brano Dukanovic, ya al final. 

La determinación, la resistencia a la derrota de los riojanos no fue suficiente ante la calidad, las piezas maestras ourensanas... otra cosa fue la brillantez que tuviese el juego realizado. 

Evidente que el Clavijo no es el casi “amateur” Mollet y es muy de tener en cuenta que un partido de vuelta depara a veces prodigios, casi irrealidades -orgullo madridista-. El Clavijo no va ser distinto, sí debe serlo la respuesta ourensana. Solo desde una intención grande se pueden conseguir triunfos. Ante la trascendencia del resultado para un club como el COB con tanta pasión en la grada y potencial en la cancha importan más las ganas y el modo de proceder que los nombres. El COB está a tres paso del ascenso a la LEB Oro, pero el partido del domingo es el más importante de la temporada. Ahora sí que ha llegado el momento de saber jugar una final y por suerte para el COB se juega en casa.

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