Vuelve el COB muchas temporadas después a colocarse entre los mejores. Los Rivero, Arco, Martínez, Suku-Umu, Busma, Fieler...son ya meritorios partícipes de la historia del baloncesto ourensano como en su momento -temp. 99/00- lo fueron el "búho" Fernández, "Sony", Bernabé, Coll, Harstaad, McCann, Peñarroya...protagonistas del último asecenso a la ACB tras superar al Menorca del hoy "ourensano" Pancreu y cediendo en una honorífica final ante el Alicante de G. Rejón -actual jugador del COB- y de un joven Jose M. Calderon (Knicks de New York).
Decía W. Churchil que "el éxito es ir de fallo en fallo sin perder el ánimo". Cierto. Fue la confianza de aquellos seguidores más fieles y el orgullo, carácter y decisión de un Consejo de Administración que, ajenos al desánimo fueron capaces de asumir a título personal riesgos que otros eludieron, lo que ha permitido encauzar la situación. Que los resultados llegaran. No ha sido fácil ni corto el camino para que las dos variantes, deportiva y de gestión, transitaran de manera paralela.
Ha tenido que transcurrir toda una década (temporada 04/05) desde aquel momento que J. L. Gavilanes "patrocinaba" la presencia del TAU de Vitoria, de los Oberto, Scola, Calderon, Splitter o Ivanovic, en la presentación del COB ante su afición en el Pazo, como posteriormente fue capaz de responder ante una importante demanda económica que pesaba sobre el club. Todo un ejercicio de responsabilidad que persiste a día de hoy. Hasta el punto de poner el baloncesto a un nivel paralelo a los sentimientos más vitales. Con el coste emocional que conlleva. Puede resultar sensiblero pero es de justicia reconocerlo y felicitar...nos; por que "el éxito consiste en obtener lo que se desea, la felicidad es disfrutar lo que se obtiene".
