Podemos estar ante el COB más sólido, quizá el más eficaz, el más esforzado, seguro, de las últimas temporadas. Donde todas las piezas encajan.
Un COB de autor. A imagen y semejanza de los deseos de su técnico, Gonzalo García de Vitoria, y acorde a una competición tremendamente igualada, donde ya no hay cabida para aquellos veteranos de vuelta y sí escaparate para quienes luchan por abrirse camino en el baloncesto. Para Masters, desatado en sus penetraciones, capaz de destrozar cualquier "pizarra" al hacer de su velocidad la distancia más corta entre cada canasta; Muratovic, superados sus agobios de debutante, sobrado de carácter, su aportación estadística sigue al alza; se gana los minutos, no escatimando en el esfuerzo. Pluta -de casta le viene al galgo- y cada vez más partícipe, Stafanuto. Lo de este COB desencadenado es cuestión de muchas sumas y casi ninguna resta y de ahí la importancia de quienes en primera elección deben aportar la experiencia, perseverancia, necesaria: Ott, Van Wijk, Vidal , Zamora , Watson -que rápidamente entendió el camino-, Rodríguez, en su confirmación y ¡Davis Rozitis! Junto con Zamora piedra angular del proyecto. Se podrá recelar de si el pívot letón dispone de la contundencia suficiente para alcanzar mayores cuotas, pero es indudable que en esta competición marca la diferencia y lo hace desde el puesto más determinante del baloncesto. Como 'center'. No le importó a García de Vitoria esperar por su fichaje, confiaba en él y el tiempo le dio la razón. La eficacia personificada. Todo aquello que se dilucida bajo tableros es de su dominio.
