Opinión

Don Jesús Soria

El recuerdo que persiste en mi memoria es la imagen de D. Jesús Soria envuelta en el polvillo de la tiza, y el discurrir de esta por el encerado, a través del rayo de sol que penetraba por las contraventanas, a medio cerrar, de la clase de Dibujo en el Instituto, en una incipiente primavera. Usaba siempre el clásico guardapolvos de color beige. Su andar era pausado, y su trato irradiaba bonhomía por todos los poros. Sus consejos o sus líneas no necesitaban regla ni compás, eran rectas. Yo lo admiraba porque su pulso, a pesar de que a veces le temblaban las manos, se mantenía firme cuando realizaba su trabajo.

Era asturiano, había nacido en Avilés y se había casado con Pilar González, de la que tuvo una hija María de los Ángeles, que más tarde se casaría con el catedrático y extraordinario profesor José Amengual Ferragut. Dedicó su vida con preferencia al dibujo y a la pintura. Asentado en Ourense, una muestra de ello, son los años que dedicó a la enseñanza en el Instituto del Posío. Tenía su casa en el barrio del Couto.

Mª P. Núñez Sánchez, en su libro, nos habla “da sua habilidade como diseñador e decorador”, y pone como ejemplo su pintura de estilo modernista en la capilla de Santa Marina-Temes, doña Angelita Varela, en el barrio del Couto, muy cerca de donde vivía. 

Sobresale el trabajo realizado en la cristalera policromada, retablo del Altar Mayor de la Iglesia de Fátima. En la que por cierto sus propios nietos Juana Mª y José Amengual Soria le sirvieron de modelos. Juana Mª es hoy catedrática de Bellas Artes en la Universidad de Barcelona. Relata también Mª P. Nuñez que aprovechando el derribo de su casa, donde vivía en el barrio del Couto, pudo rescatarse en varios fragmentos un mural modernista que se conserva en el Museo Arqueológico Municipal de Orense y que fue donado por su hija que tiene el número 01.121. Clasificado como pintura, es un dibujo con cromatismo clásico, tonos vivos, fríos y cálidos sobre tela.

Es una obra que data del último estudio y biografía en 2013. “El estado de conservación es bueno, teniendo en cuenta que es un arranque de una pared y posterior colocación en soporte de madera”. La escena descrita es una escena bucólica donde dos jóvenes aniñadas se encuentran sentadas en un bosque, merendando, mientras su madre a su vera recoge flores en el regazo. Es una obra muy detallista y que idealiza las figuras, su tamaño/dimensión: 230 x 113 cm.

No pudiendo ya rescatarse las obras de los distintos tabiques y paredes de la estructura del edificio, incluido el del lavabo ¡qué lastima el haber perdido tanta obra de arte!

Julines, esa figura del barrio del Puente siempre emergente, oro de ley y señora donde las halla en momentos en los que su ayuda se requiere, le une una amistad entrañable con los Soria-Amengual, y que, para ella, me dice, forman parte de su familia y hay que decir se considera justamente correspondida. Me aporta datos interesantes, que le agradezco especialmente.

O Couto se caracteriza por ser el barrio que ha nominado sus calles con las celebridades importantes de la pintura. De hecho, el Concello dedicó a don Jesús Soria la calle que hoy lleva su nombre.

Me lo contó en alguna ocasión mi gran amigo, no solo mío, sino de todos los orensanos el catedrático, desgraciadamente retirado de la vida social, Fernando González Suárez al que dedico este relato.

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