Opinión

Los cheques de Sánchez alertan a Bruselas

Los Presupuestos Generales del Estado son la prioridad de todo Gobierno que quiera funcionar y mantenerse en el poder. Sánchez ya ha vivido dos años de las cuentas del anterior Gobierno del PP. El nuevo Ejecutivo ya ha echado andar y la aprobación de sus presupuestos se antoja complicada. Para empezar, Bruselas ya ha advertido que antes de renegociar un nuevo objetivo de déficit, debe presentar un plan presupuestario creíble. Y aquí comienzan los problemas.

Los cheques firmados a los distintos partidos que apoyaron la investidura de Sánchez son muchos. Cierto que algunos más políticos que económicos. En todo caso, los acuerdos son cuantiosos y se producen en un momento delicado para la economía española. Ya en 2019, el déficit de las cuentas públicas va a ser más elevado de lo pactado con Bruselas. Y, si se llevaran a cabo las promesas electorales y los pactos preinvestidura, el agujero sería colosal. Ya en dos ocasiones, la Comisión Europea echó atrás los planes del Gobierno por increíbles. Mucho gasto e ingresos insuficientes para cubrirlo. Por eso, ahora ya no se fía y ha pedido nuevas cuentas para nuevos objetivos.

Si el nuevo Ejecutivo quiere cumplir, cosa que está por ver, el gasto comprometido es aún mayor que en las dos ocasiones anteriores y los ingresos los mismos o menos por la desaceleración económica. La única forma de acercarse mínimamente a lo firmado, sería subiendo los impuestos a todos los contribuyentes. Y aún así, creo que no podrían cumplir lo pactado con sus socios. El asunto se pone feo. Han cumplido sí con los pensionistas, pero retrasan la subida del salario de los funcionarios y veremos el aumento del SMI. Las perspectivas del empleo son malas y aumentarán los gastos por desempleo. ¿Qué hará Podemos si no se cumple lo pactado? ¿Y el PNV? ¿Y Teruel Existe? Sánchez no va a poder contentar a todos. Tampoco a Bruselas. ¿Cuánto podrá estirar el chicle?

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