Opinión

Dinero a cambio de reformas

El Fondo de Recuperación y Resiliencia que Europa aprobó hace ya meses por fin tiene reglamento. El Consejo de Europa, el Parlamento Europeo y la Comisión Europea han dado su visto bueno y han dejado muy claro que el dinero se desembolsará cuando se presenten los programas, se aprueben y se ejecuten. El fondo tiene por tanto condicionalidad, como se dijo desde su aprobación, aunque muchos siguen dudando de que Europa se ponga muy firme dada la experiencia y la situación actual de caos provocado por la pandemia y sus efectos en las economías.

En todo caso, la vicepresidenta de Economía presentó el viernes a los agentes sociales los planes del Gobierno para conseguir que se liberen los primeros 72.000 millones. En principio, el reparto en las llamadas "políticas palanca" parece un poco pedestre, muy poco trabajado, al menos en sus epígrafes. Eso sí, el Plan Nacional de Inversiones y Reformas, contiene en sus distintas rúbricas los términos adecuados: digitalización, modernización, ecosistemas resistentes, transición energética, agenda urbana... El programa de reformas puede ser remitido a Bruselas hasta abril, pero parece que Calviño está en condiciones de enviarlo a comienzos del mes de febrero. Además, de cumplir en tiempo y, ya veremos si en forma, el mencionado reglamento del fondo europeo deja muy claro que todos los países deben cumplir las recomendaciones del semestre europeo. Eso significa para España, reformas en los ámbitos fiscal, laboral y pensiones. Y en las tres está abierta una batalla dentro del propio Gobierno y de éste con los agentes sociales que va a marcar las próximas semanas. Sin olvidar la guerra abierta entre empresarios, sindicatos, empresas públicasy cualquier hijo de vecino que quiere sacar tajada de esos fondos que, si Europa no lo impide, puede acabar convirtiéndose en una batalla campal y en un reparto de dinero que poco tendrá que ver con el espíritu del Fondo de Recuperación y Resiliencia y mucho con un reparto a poderosos y amiguetes, que en lugar de fomentar la modernización de la economía española se destine a crear una red clientelar que nos hunda aún más como país y logre pervertir nuestra democracia. Veremos en los próximos días si el Gobierno va en serio y si los tres poderes de Europa van en serio. Nuestro futuro está en juego. ¿Estarán socialistas y comunistas a la altura?

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