Opinión

Los ERTE ya no son la panacea

El Banco de España acaba de publicar un informe en el que pone en entredicho la validez de los ERTE en estos momentos, ya que no están siendo útiles para la vuelta de los trabajadores a las empresas. Este instrumento, que nació y se desarrolló en la anterior crisis en la reforma laboral de la ministra Báñez, fue una buena forma de salvar empleos y empresas durante los primeros meses de la brutal crisis económica que ha derivado de la del coronavirus. Sin embargo, la pandemia se alarga, la vacuna no está siendo rápida y las restricciones se suceden. La Semana Santa está perdida y hay miedo a que el verano se pierda también.

El Banco de España habla de "trabajadores zombi", empleados que van a tener muy difícil su vuelta al trabajo, ya que las empresas en las que trabajaban y los sectores a los que permanecían es muy probable que no recuperen la actividad. Al menos, no será como lo era antes del covid. Y eso, si consiguen seguir abiertos. Por tanto, estos trabajadores pueden acabar en un ERE o directamente en el paro.

Desde muy pronto se le estuvo diciendo al Gobierno desde muchas instancias, sobre todo cuando se vio que la crisis se alargaba, que era mejor salvar empresas mediante ayudas directas que empeñarse en sólo los ERTE o endeudarse mediante créditos ICO. No ha sido hasta ahora, cuando el Gobierno ha decidido un plan de ayudas directas, pero no hay duda de que llega tarde y además es insuficiente. La crisis ha matado ya a más de 100.000 empresas y centenares de miles están prácticamente a punto de la insolvencia, por lo que 7.000 millones, cuyo pago no llegará hasta agosto, no servirán a su propósito. Además, cerca de 2 millones de pequeñas y medianas empresas se han quedado fuera del decreto de ayudas.

Señala el banco emisor en su informe que la permanencia en los ERTE está impidiendo que esos trabajadores se reciclen para integrarse en trabajos menos dañados por la crisis o incluso en sectores en crecimiento. Y esta es una apreciación que tiene todo el sentido. Como también lo tenía una pregunta que durante toda la crisis no han querido responder desde el Gobierno: ¿cuánto están costado los ERTE y las prestaciones por desempleo frente a cuánto habría costado salvar empresas? Ahora es el Banco de España quien lleva meses clamando en el desierto, alertando sobre los impagos, las insolvencias y con el embalsamiento de trabajadores en los ERTE. La crisis se prolonga. De hecho, el PIB para este año como mucho y con muchas incertidumbres no subirá más allá del 6% y el paro, sin contar ERTE y personas que por distintas razones quieren trabajar y no puede o están en cursos de formación, va a superar el 17% de la población activa. ¿Tomarán nota? Lo dudo.

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