Opinión

El escudo muy selectivo del Gobierno

La crisis económica sigue ahí a pesar de las buenas palabras de Sánchez y su vicepresidenta económica. Los datos no mienten y la economía española se ha estancado como lo seguirá haciendo, al menos, el primer semestre del próximo año. A pesar de ello y a costa de la recaudación extra conseguida con el sacrificio de todos los españoles, el Gobierno se propone aprobar un tercer paquete de medidas para luchar contra la inflación y de paso y sobre todo hacer campaña de cara a las próximas elecciones municipales y autonómicas de mayo. Con el dinero de todos, sin deflactar la tarifa del IRPF, nos venden que el escudo social sigue indemne, aunque con algunos cambios. Esto teniendo en cuenta que las ayudas desde la pandemia han dejado bastante que desear.

La pugna entre las dos almas del gobierno se ha vuelto a producir y se podría decir que cada una ha sacado algo para su parroquia. Se acabó el descuento generalizado de los 20 céntimos en los carburantes, aunque seguirá para transporte, pesca y agricultura. A cambio se baja el IVA de algunos alimentos seleccionados y se mantienen para la electricidad y gas. Sin embargo, Podemos ha perdido la batalla de limitar aún más allá del 2% la subida de los alquileres y la ayuda total a los que tienen una hipoteca a tipo variable. Se mantienen las bonificaciones al transporte y se prorroga el cheque de 200 euros para las familias a pensionistas que ni siquiera cobran el Ingreso Mínimo Vital. Parece que los experimentos sobre cestas de Díaz o amenazas a los supermercados han quedado fuera de este nuevo paquete de medidas. Lo que ha triunfado son las medidas propuestas por el líder del PP, quien llevaba meses exigiendo al gobierno rebajas en el IVA de los alimentos.

Ahora veremos los efectos que sobre la inflación tendrán los carburantes y si se compensará con las bajadas de algunos alimentos. Lo que está claro es que el Gobierno, a pesar de contar con más de 30.000 millones de recaudación extra, no está dispuesto a devolver a los ciudadanos una parte importante vía deflactación de la tarifa del IRPF, la medida más justa, aunque sí ha decidido y de forma contundente contentar a los millones de pensionistas que verán aumentar su pensión un 8,5% a partir de enero de 2023. Mucha retórica, pero ni una palabra de las colas del hambre, de los engañosos datos de empleo ni de que España es el único país que no ha sido capaz de recuperar los niveles de riqueza anteriores a la pandemia.

Te puede interesar