Opinión

El INE, otra pieza cobrada

La vicepresidenta para Asuntos Económicos venía desde hace mucho tiempo cuestionando el trabajo del INE. El organismo encargado de elaborar las estadísticas sobre la evolución de la economía no hacía bien su trabajo, en opinión de Calviño. Los ataques eran ya más que rumores y un secreto a voces que quería cargarse a su responsable, Juan Rodríguez Poo. El argumento de que el Gobierno trabajaba en una reestructuración general del organismo ha sido la gota que ha colmado el vaso.

Basta recordar las veces que desde Economía se han cuestionado los datos que venía publicando el INE sobre el PIB o el IPC. No hace mucho, Calviño incluso dijo en público que iba a trabajar en la elaboración de un PIB diario o que el IPC no estaba reflejando la realidad de los precios, debido sobre todo a la ponderación del alza de la electricidad. En fin, que no le gustaban los resultados de las estadísticas del INE, porque dejaban al descubierto las incongruencias del discurso del Gobierno con la realidad.

La última hace referencia al dato de PIB del primer trimestre de este año. El INE anunció la semana pasada que, una vez analizados todos los parámetros, el crecimiento de la economía había sido de 0,2% y no de 0,3%. En realidad, con ninguno de los datos, se sostiene el discurso triunfalista de Pedro Sánchez. Aun así, el presidente insistió el sábado en la robustez del crecimiento de España y Calviño seguía manteniendo el lunes que España es el motor de Europa.

Sin embargo, los datos adelantados elaborados por el propio Ministerio de Economía y la realidad de cada día de los españoles dicen todo lo contrario. El consumo de electricidad, la venta de automóviles, la compra de vehículos pesados y algunos otros dibujan un panorama que nada tiene que ver con el argumentario del Gobierno. De hecho, tanto la AIReF como el Banco de España ya han anunciado la posibilidad de que sus previsiones para este año sean aún menores. El consumo de los hogares, pieza fundamental del ritmo de la economía, cayó estrepitosamente en el primer trimestre y posiblemente lo haga también en este segundo poniendo muy complicado que se llegue a un aumento del PIB para todo el año del 4%-4,3% como han previsto el Gobierno y otros organismos o servicios de estudios.

La dimisión de Rodríguez Poo le honra y al hacerlo demuestra que el plan del Gobierno era cesarle y nombrar a alguien que se pliegue a su realidad paralela y engañosa. En el INE están que trinan. Nadie nunca se ha cuestionado el trabajo de estos funcionarios que recogen datos, realizan estadísticas y las publican. En todo caso, no sorprende la osadía, el descaro y la desvengüenza que está demostrando el Gobierno en su asalto a instituciones u organismos.

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