Opinión

Casado y la melancolía

El esfuerzo inútil conduce a la melancolía", ha dicho Pablo Casado tras su reunión con el Presidente del Gobierno. Con estas palabras respondía a una pregunta referida a la moción de censura que Vox va a presentar a lo largo de este mes de septiembre. Tiene razón.No hay que empeñarse en lo imposible y esto se lo debería aplicarcuando, con insistencia, pide que Sánchez prescinda de suVicepresidente, Pablo Iglesias. Eso no va a ocurrir. NingúnPresidente se avendría a prescindir nada menos que de su númerodos en el Ejecutivo. Casado tampoco lo haría.
Sánchez, bajo ninguna circunstancia va a prescindir de Iglesias. En realidad no le molesta. Es verdad, que al adalid de la "gente" legusta marcar perfil propio si es que le queda algo de de perfil. Escomo un nadador agotado que de vez en cuando tiene que sacar lacabeza del agua para coger aire pero no va a abandonar la carrera.Iglesias está en el Gobierno para quedarse . ¿Quien nos iba a decirque con absoluta disciplina iba a asistir a un acto de propagandacon los perversos del Ibex?. Pues ahí estaba, sin mover una ceja,sin un gesto de de incomodidad.
Ahora tocan los presupuestos y los presentará junto con elPresidente del Gobierno, cuando toda la vida de Dios esapresentación corresponde _hasta ahora_ a la titular de Hacienda.Pero, ¿qué vale una foto?, se dicen a si mismos los socialistas. Sicon esto se da por satisfecho el precio no es especialmente caro.Por estos motivos y algunos más, Pablo Casado debería olvidarsede su tocayo e incidir en las cuestiones de fondo.
Imposible dar el visto bueno a unos presupuestos de los que no se conoce una línea lo que no significa que no se puedan apoyar apartados concretos. Con este argumento es más que suficiente, máximecuando cada día que pasa resulta más obvio que , en el fondo, elGobierno no quiere pacto alguno con el PP.
Quiere su apoyo pero no pactar que significa sentarse a hablar, tratar de convencer y estar dispuesto a ceder. Si alguien ha visto el más mínimo gesto por parte del Presidente en esta dirección que levante la mano.
Supongo que Casado debe sentir una pizca de melancolía después de haber escuchado a la portavoz del Gobierno una vez que el dio cuenta de su reunión con Sánchez. Casado estuvo crítico, mostró sus discrepancias y tendió la mano para cuestiones no menores.Su propuesta de una Agencia para gestionar los fondos europeosfue ridiculizada por Montero cuando países como Francia, Italia yAlemania ya la han puesto en marcha.
Su forma y maneras de pronunciarse no fueron ni ofensivas ni broncas. Es más, quedó la impresión de que algunos acuerdos podían ser posibles. Y fue Montero la que mostró casi fiereza hacia el líder de la oposición al que colocó, nada menos, que fuera de la políticaademás de otras muchas lindezas que no se correspondían con eltono empleado por el líder de la Oposición. Montero estaba en suderecho de criticar a Casado pero no cumplió con su papel cuandocon un tono agrio y bronco colocó al líder de la Oposición casi en elpelotón de los antisistemas.
El otro Pablo, Iglesias, tiene razón cuando propone que lospresupuestos deben negociarse primero con aquellos que auparona Sánchez a la Presidencia del Gobierno. Es a esos grupos a losque deben convencer en primera instancia. Es lo coherente y lorazonable porque es a esos grupos a los que debe su investidura ysi alguno falla ahí esta Ciudadanos que en una operaciónarriesgada ha encontrado un hueco en el que hacerse presente yque Sánchez va a aprovechar en un doble sentido: sacar adelantelos presupuestos y reforzar el argumentario esgrimido por Montero:Casado está fuera de la política. Amén.

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