Opinión

Solo un paréntesis

Carreteras, aeropuertos y estaciones de tren se ven atestadas de gente. Todos ansiosos por escapar de la rutina, necesitados de coger aire y creo que muchos, muchísimos, con ganas de olvidar. No hay en España un solo ciudadano que no sepa que estos tres o cuatro días son solo un breve paréntesis de sus trabajos, de sus rutinas y... de los políticos y la política.

El paréntesis será breve pero necesario porque a la vuelta de la esquina nos espera a todos una campaña electoral encaminada a elegir nuevos ayuntamientos y gobiernos autonómicos que, se quiera o no, tendrán su lectura a nivel nacional aunque es sabido que el voto puede modificarse. No es lo mismo elegir a un alcalde que a un presidente del Gobierno de España.

No creo que en la campaña vayamos a ver algo que no hayamos visto ya, pero aún así será una campaña que tiene sus especificidades. Sin duda, tanto la campaña de la izquierda en su conjunto como los resultados que obtengan cada una de las formaciones que al parecer van a formar parte del “espacio” liderado por Yolanda Díaz van a suscitar extrema curiosidad e infinidad de lecturas.

Y no es para menos. El espectáculo de estos días está siendo de los que se van a recordar. Sabemos por Yolanda Díaz de lo que no va su proyecto pero aún queda por definir de qué va a ir. ¿Alguien lo sabe? Sabemos que el propósito último es competir y a ser posible superar al PSOE porque de eso sí que va. Va de laminar a Unidas Podemos y va de hablar con Sánchez de tú a tú. La tarea no es fácil y menos cuando está por definir cómo se van a organizar. Díaz dice que lo suyo no va de partidos, ni de egos, ni de... Reitero mi duda: ¿De qué va?

Sí parece que hay algo claro. El PSOE parece haber renunciado a ser la primera fuerza y se da por hecho que sin Yolanda hay muy poco que hacer. No lo disimulan y resulta insólito que un partido grande y definitivo para España esté casi de brazos caídos. La estrategia del PP es bien distinta. Ellos salen a ganar y aunque saben que no lo tienen fácil han optado por trasladar a los ciudadanos una imagen de fortaleza y voluntad que en política no es irrelevante. Cosa distinta es cómo lo percibirán los electores.

Me he escapado de las elecciones del 28 de mayo y me he ido a las generales pero es que mayo es todo un banco de pruebas para lo que pueda venir que no es poco. Y en este lo que pueda venir nos encontramos con la paradoja que el puesto más codiciado es el tercero. PP y PSOE serán, con diferencia, los partidos más votados pero la suerte final de ambos está en quien sea el tercero. En Moncloa cruzan los dedos para que a Yolanda le vaya bien pero sin pasarse y en Génova se tiene como objetivo que Vox no tenga más remedio que plegarse ante esa mayoría amplia a la que aspira Núñez Feijóo.

El paréntesis de estos días lo mismo huele a crema solar que a incienso, la cuestión es escapar y olvidar y bien está olvidar el ruido, las prisas y los agobios diarios. Sin embargo el olvido no se puede llevar por delante a todos aquellos compatriotas que ni se han podido plantear tres días de descanso, que no llegan a fin de mes, que están solos en una residencia o en un hospital. De todos ellos ni podemos ni debemos olvidarnos. No lo hago y menos cuando la tele nos brinda imágenes de una España en movimiento, tumbada en la playa o contemplando emocionada las procesiones de Semana Santa. En esas imágenes faltan muchos.

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