Opinión

Naseiro, la romería más abundante de Galicia

La escudada casona de Siloi, en estado de semiabandono, en el camino Viveiró-Naseiro.
photo_camera La escudada casona de Siloi, en estado de semiabandono, en el camino Viveiró-Naseiro.

Declarada fiesta  de interés turístico ya hace décadas O Naseiro es una explosión gastronómico-festera, sobre todo lo primero. Ver alojadas a miles de personas, de estancia por horas, aunque algunos dormirán bajo los techos de negro plástico de esta multitudinaria concurrencia que para algún recién llegado pudiere recordarle los plásticos campos de refugiados en los primeros días, salva sea la comparativa, que lo es solo para indicar la multitud. Y esto por casi una semana y poco antes cuando empiezan a instalarse en el bosque todas esas cabañas bajo cuyas lonas o plásticos se albergan cocinas, neveras, incluso algún camastro para que se duerma la mona. Un festón donde el comer priva sobremanera. Empieza el viernes noche con pulpadas pantagruélicas y sigue las demás como culto al galáico caldo, a la empanada, a la sardina… Vinos, aguardientes y toda suerte de licores bajo techado y ofrecidos no digo al viandante pero casi en esta fiesta de la confraternidad en la que tan dadivosos los vivarienses que tienen en su Naseiro una de las grandes fiestas, tanto que dejan desiertas las calles, cerrados los establecimientos y aun vacías las carreteras nacionales. Todos al Naseiro parecen decirse y nadie falta a la cita; si acaso los veteranos de muchas fiestas. 

Recuerdo un Naseiro de hace años y pensé que la fiesta iría a menos, pero pensando en el carácter festero de estas gentes nada más lejos, la realidad es otra cuando han prohibido los descensos por el río Landro por la cantidad de restos que dejaban. Esos descensos en canoas, piraguas, balsas, inflables…y todo lo que flote que como un carnaval venían aderezados y que remataba desde Chavín en el mismo núcleo de la fiesta. 

O Naseiro dicen que comenzó cuando José Barros, empresario de un industrioso Chavín con nave para la fabricación de componentes del automóvil organizó, durante la República, una comida para todos sus empleados y familias en el lugar dicho así por cárcava de un río donde se colocan las nasas, porque eran de común uso esos artilugios de pesca por la zona. Esta llamada Romaxe do Bo Xantar hace sobrados honores al sobrenombre, y siempre encontrarás en ella a algún amigo o conocido que te invite al caldo gallego que siempre bulle en sus potas. El lugar de este delicioso y estrecho valle es que ni pintado para el evento que de tan expansivo ha dado lugar a un pequeño negocio de alquiler de parcelas en medio del eucaliptal, los sauces, los acebos, los alisos, los árboles frutales…todo vecino a ese prodigioso y monumental eucalipto( eucaliptus globulus) que se llama O Avó (el Abuelo) de 68 metros de altura y casi 11 de perímetro, que lo hacen un ejemplar único con otros que rivalizan en el mismo bosque o Souto da Retorta, al lado de la antigua e hidroeléctrica fábrica de la Luz.

Vengo con más de media docena de amigos de hacer un pequeño tour por la turbosa sierra do Xistral que el nombre recibe de viento helado, xistra, que otra no conozco de tales características, incluso por lo inestable de esa cobertura se producen fracturas de más de un metro a modo de fallas que dejan ver el aspecto negruzco de estas turberas en su primera fase carbonífera. Pastan por esas yerbas rebaños de vacas y manadas de caballos bravíos, esos que por salvajes decimos, porque mejor el término para adornar nuestra narración, pero que realmente dichos bravíos los que vagan libres con dueños conocidos, o amo, o comunidad de montes, mientras la sierra de un intenso verdor es colonizada visualmente por pistas y por esos cientos de aerogeneradores de un parque eólico, que en alguna aldea limítrofe también dicen parque paranóico o diabólico. Parece como si nos tomasen el pelo.

Con el grupo antedicho, paramos de retorno en escudada casona que por pazo se tomaría porque tres escudos en el dintel de una puerta y otro adosado a fachada, pero de tan rústico que al faltar chimenea paciega o solaina o columnata o capilla o incluso palomar no podría tomarse por tal si nos atenemos al dicho: “Casa con capilla, escudo, palomar y ciprés, pazo es. “Indudablemente le faltan muchos de esos atributos, que carretera abajo sobrados ha un cementerio que de tan aldeano sorprende por su casi mausoleos tapando a una iglesia de escaso mérito.

Y más abajo en llegando a Chavín, los corpulentos eucaliptos, que aquí podrán ser reserva cuando colonizan todo el espacio costero de Galicia, empobreciendo el territorio e enriqueciendo a unos cuantos. Basta ver las grandes y millonarias maquinarias desplegadas por los montes. Mientras funcionen las factorías de celulosa de Pontevedra y Navia la plaga se extenderá actualizando el dicho “pan para hoy (para unos cuantos) hambre para mañana(para todos)”

Mientras tanto plácidamente nos desplazamos por O Naseiro, todos pasmados del despliegue de este bidonville en los arrabales de Viveiro.

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