Opinión

Ruta de presas, rápidos, molinos y puentes

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photo_camera ¿Acequia, puente? Más bien parece lo primero, porque si tan estrecho solamente permitiría el paso de personas y animales.

El río Grañal tiene breve curso y por ello pasma que de tanto caudal, menos en el estío, naciendo del regato das Campinas en los montes de Rocas, o del río Esgos en alto do Couso, que antes de Tarreirigo se convierte estos regueiros en río do Grañal, y luego, así ya como río en plenitud, desemboca en el Loña en Os Gozos cerca de A Derrasa. Esta pequeña ruta es de tan amena y fácil de andar que se puede hacer completa con los 13-14 km. o si se toma desde el área recreativa de Laioso se puede ir, bien por el tramo de la derecha que va a los molinos de Riobodas, o bien por el de la izquierda a Tarreirigo, donde está, oficialmente, el inicio y fin de la ruta. Así, tomando una u otra dirección, podemos hacer la mitad del trayecto. Como ambos pasan por el punto de partida me parece que se debe empezar aquí en el área de Laioso. 


Recorrido


Pasma la frondosidad de esta ruta predominando como árboles de ribera los alisos, el alnus glutinosa, que por acá llamamos amieiros o ameneiros; pocos abedules, algunos laureles y fuera de las márgenes es el carballo el que lo cubre todo. Aun, ahora a mediados de marzo, es tal la apretura del bosque caducifolio deshojado que difícilmente penetran los solares rayos. El sendero está ahora salpicado por la floración de la prímula veris, esa flor primaveral amarilla que emerge de un intenso verdor de su hojas, un regalo más de un gratificante itinerario.
El camino podría sumar en todos sus desniveles poco menos de 200 metros desde los 600 metros de Tarreirigo a los pocos más de 400 de Riobodas. Algún ánade real espantadizo y el gorjeo de muchos pájaros entre los que el ruiseñor, el mirlo, el petirrojo, el pinzón, algún herrerillo… que en este marzo y hasta abril nos acompañarán. Pasamos puentes, vemos más molinos de los, tal vez, esperados, de varias muelas, señal de que la molienda otrora abundante, que se supone de maíz más que de trigo, centeno, avena o cebada, por lo que el papel de la molienda tenía su importancia económica, pues los panes eran de millo o maíz.

No hay pérdida posible porque las señales más gruesas de lo que marca la reglamentación de senderos, se hacen hasta hirientes; bien, en cambio los postes señalizadores.

Como, en este caso, que ya no se sabe, vale más una imagen que cien palabras doy paso a una serie de ellas largamente expresivas de este recorrido que se ve un poco empañado por las agresiones al río cuyas huellas visibles en el fondo limoso y en los depósitos negros de todas las rocas, acaso causados por los deshechos de granjas y de las poblaciones que dan al cauce, amén de los purines que las cubas arrastradas por tractores van vertiendo en toda pradería dañando las aguas freáticas y contaminando con las escorrentías el cauce fluvial. Esto hace que las aguas, aun cuando abundantes, parezcan contaminadas por el color que les dan las ennegrecidas piedras de las orillas o las arenosas riberas o el mismo lecho. Amén de los molinos y puentes alguna acequia atravesaba el río para abastecer las ruedas de los molinos más abajo. En suma un paseo en el que no se pueden ver más molinos, puentes, acequias que nos hablan de un pasado en el que la agricultura por allí floreciente. Se pasa por las aldeas de Riobodas, As Campinas, A Granxa, Rebordiños, Lampazas y Tarreirigo.

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