En semanas como ésta, que con la que está cayendo parece de cajón que el presidente y el gobierno en pleno deberían dedicar el ciento por ciento de su tiempo a luchar contra la crisis, produce cierto desaliento leer que durante nada menos que tres días, del jueves al sábado, el presidente José Luis Rodríguez Zapatero estará en Brasil, en el III Foro de la Alianza de Civilizaciones. Es su criatura más querida ya lo sé, tal vez la única de las criaturas políticas "made in ZP" que le quedan vivas después del desparrame de recortes al que "les ha obligado", según ellos, la crisis.
Una de las especialidades del actual Gobierno es buscar a alguien a quien culpar siempre que algo les sale mal. Tampoco los recortes sociales son cosa suya, idea de Rodríguez Zapatero. Faltaría más; no, son algo "que se han visto obligados a hacer por sentido de la responsabilidad" y porque Europa, como dice Leire Pajín, nos observa y nos mira.
Con envidia ya no nos mira nadie aunque no hace tanto así fue. Pero a lo que iba: que ya me gustaría a mi saber qué pinta el presidente del 20 por ciento del paro y el record de recortes sociales de la Inión Europea, nuestro José Luis Rodríguez Zapatero, tres días de esta semana incierta... jugando a la Alianza de las Civilizaciones con sus amiguitos en Brasil.
No trato de ser descortés, hago bromas con las palabras de pura pena, por no llorar, y tampoco pretendo minimizar la importancia del dialogo y el encuentro de culturas y civilizaciones. Me fascina, soy una convencida de que es necesario. Pero lo primero es lo primero, y lo primero ahora, creo, es estar al pie del cañón para intentar paliar el miedo de los ciudadanos ante la ruina como tenemos encima, Presidente.
Donde debería estar esta semana Zapatero, quiero decir, es donde estará el viernes la vicepresidenta Fernández De la Vega, presidiendo el Consejo de Ministros. Y en los plenos del Congreso de los Diputados y del Senado, que rezuman propuestas y preguntas sobre lo que nos angustia a todos de esta crisis, los recortes, los impuestos, eso. Y el martes, defendiendo la prevalencia de la ley sobre los intereses políticos del momento cuando el presidente de la Generalitat, Montilla, defienda en el Senado el Estatuto "contra" el Tribunal Constitucional. Donde estuvieron el jueves las dos "vices", de la Vega y Salgado, tras el Consejo de Ministros que aprobó el mayor recorte social de la democracia: dando la cara aunque sea para que se la rompan, caramba.
