Opinión

Un día de fiesta

Hasta el buen tiempo acompañó el desfile conmemorativo del día de la Fiesta Nacional que este año se celebró en Madrid. Superada oficialmente la pandemia la demostración militar recuperó el brío, el colorido y la espectacularidad de este tipo de actos en los que las diferentes agrupaciones de los tres ejércitos muestran novedades en material y organización y compiten entre sí en marcialidad. Este año participaron cuatro mil uniformados. Todo en su sitio en orden a la parte castrense. Las novedades hubo que anotarlas en la parte civil. Las autoridades ausentes -los presidentes de las comunidades autónomas de Cataluña (Pere Aragonès), y el del País Vasco (Iñigo Urkullu)-, que no se resignan a ocupar el lugar que les corresponde junto a sus compañeros y en el mismo plano de igualdad .

Hablando de costumbre, como en años anteriores, también se repitieron los abucheos, silbidos y gritos de ¡dimisión! a la llegada del presidente del Gobierno. La argucia de llegar casi pegado al rey no le ahorró el mal trago a Pedro Sánchez. Este tipo de manifestaciones de rechazo se vienen reiterando en las ocasiones en las que sale de la Moncloa. Está publicado que estos hechos aconsejaron a sus asesores archivar un programa bautizado como “encuentros con la gente” pensado para celebrar diversos actos en varios lugares de España.

Otra de las novedades que deparó el desfile fue la comentada ausencia de miembros del Consejo General de Poder Judicial, descabezado tras la dimisión de Carlos Lesmes, que fue su presidente durante los últimos años. Una dimisión que como penúltimo episodio de la larga crisis que viene erosionando a esta institución fue el detonante que provocó el reciente encuentro entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo del que salió la noticia de un compromiso del PSOE y del PP para resolver “cuanto antes” los nombramientos de los vocales del CGPJ bloqueados desde hace cuatro años.

El desfile, por lo demás, ha venido a subrayar el buen registro en términos de modernidad de los sistemas de armas que fueron desfilando. Tanto los terrestres como los aéreos. En estos tiempos revueltos y con una guerra en suelo europeo no es una cuestión menor poder anotar el elevado grado de profesionalidad de nuestras Fuerzas Armadas. La pertenencía de España a la OTAN refuerza nuestro compromiso con la defensa de los valores democráticos .En resumen, un acto importante en un día para celebrar como es el 12 de octubre, nuestra Fiesta Nacional.

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