Opinión

Calidad democrática y transversalidad

Habrá que esperar al contenido del “plan de calidad institucional”, que el PP presentará el próximo mes, con el que quiere poner fin a la “política de bloques enfrentados” y que las instituciones “vuelvan a estar al servicio de la ciudadanía y no de las vanidades de los gobernantes” para saber qué parte hay de verdadera voluntad de recuperar el espíritu de consenso o si se trata de una apuesta ventajista como suelen hacer todos los dirigentes políticos. Para darle credibilidad al plan tendría que reconocer que gran parte de la gravísima crisis institucional que se ha vivido y que se vive deriva del bloqueo por parte del PP de la renovación del órgano de gobierno de los jueces, a la que Feijóo no está dispuesto a dar vía libre con el método legalmente vigente, desoyendo la recomendación de la Comisión Europea. Además de que realiza la defensa de la despolitización de la Justicia para mantener el control conservador de ese mundo. Que Feijóo haya sacado pecho del nombramiento por unanimidad de los dos magistrados del TC que correspondían al CGPJ, cuando los magistrados propuestos fueron un órdago del sector conservador que fue aceptado por sorpresa por los progresistas, demuestra hasta qué punto el líder popular da una interpretación favorable a sus intereses a un escenario que trataba de posponer: que el TC tenga una mayoría progresista.

En la misma dirección, Núñez Feijóo asegura que pretende promocionar un “proyecto transversal” que desborde las siglas de los partidos para hacer frente tanto al deterioro institucional como a la crisis económica, para lo que considera ineficaz la acción de gobierno de Pedro Sánchez, aunque a continuación apela al pacto. Una proposición curiosa cuando duda de la capacidad para el acuerdo de un presidente del Gobierno que actúa “sin límites” y cuando trata de segar la hierba bajo los pies a Vox, que es, como se dice ahora, el elefante en la habitación, que el PP no quiere ver –y al que denigran por no haber pactado los presupuestos de Madrid- pero que según todas las encuestas será su muleta indispensable si quiere llegar a la Moncloa.

El presidente del PP lanzó una andanada contra el nuevo paquete de medidas del Gobierno para bajar la inflación subyacente con argumentos económicos y morales, por ser una copia tardía de sus propuestas, por su ineficiencia y por ser la mitad que el bono cultural para los jóvenes. Y pide que se reponga el descuento de los 20 céntimos en el litro de combustible sobre el que en su día voto en contra.

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