Opinión

Certezas, dudas e incógnitas

El fiasco de la moción de censura en Murcia, donde se ha producido una nueva suerte de “Tamayazo” después de que tres diputados autonómicos de Ciudadanos hayan llegado a un acuerdo con el PP para no votar contra el presidente de la Región, el popular Fernando López Miras, no tendrá ningún efecto sobre la convocatoria de elecciones anticipadas en la Comunidad Autónoma de Madrid, pese a que fue el motivo esgrimido por la presidenta madrileña para disolver la Asamblea regional. Pero no cabe plantearse la posibilidad –cercana a la política-ficción- de que Isabel Díaz Ayuso dé marcha atrás porque buscaba la ruptura con Ciudadanos desde hace tiempo y duda de su lealtad pese a las declaraciones y el compromiso de Inés Arrimadas de no promover otras mociones de censura allí donde gobierna con el PP. 

Como eso no va a ocurrir, cada partido se apresta a preparar su estrategia electoral comenzando por la elección de sus candidatos. Dando por hecho que Díaz Ayuso repetirá por el PP, lo mismo que Rocío Monasterio por Vox, en estos momentos hay otra certeza, una duda y varias incógnitas sobre quién encabezará el resto de listas electorales. La primera es que el actual portavoz de los socialistas en la asamblea madrileña, el filósofo Ángel Gabilondo, volverá a repetir al frente del PSOE. Aunque su nombre sonaba como futuro Defensor del Pueblo, las circunstancias mandan y su confirmación es una maniobra que da ciertas garantías a los socialistas que no suelen atinar con los candidatos para Madrid. Sus posibles sustitutas, la ministra de Defensa, Margarita Robles, y la presidenta del Senado, Pilar Llop, eran apuestas arriesgadas. Robles, porque no quería el regalo envenenado, quizás por la experiencia de otros exministros socialistas –Fernando Morán, Trinidad Jiménez, Miguel Sebastián, que aunque para el ayuntamiento, fracasaron en su intento-, y Pilar Llop, porque es una mujer apenas conocida y no queda tiempo para hacer una campaña de popularización. A Gabilondo, acostumbrado a realizar una oposición sensata y sin estridencias, se la ha criticado falta de mordiente y de dureza ante la presidenta madrileña, y en su virtud de haber antepuesto la preocupación por luchar contra la pandemia sin afectar a la estabilidad del gobierno popular puede estar, precisamente, su debilidad. 

La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, se ha cuidado de confirmar al exvicepresidente del Gobierno de Madrid, Ignacio Aguado, como futuro candidato de los naranjas como es su pretensión. Si hay sustitución deberá ser por algún destacado dirigente o personalidad al que no sea preciso presentar a la ciudadanía y con capacidad para, al menos, alcanzar el cinco por ciento de los votos que les permita entrar en la Asamblea y condicionar la prevista mayoría del binomio PP-Vox. 

Las incógnitas fundamentales se dan en el lado de la izquierda. La primera cuestión es si entre Más Madrid y Unidas Podemos hay alguna posibilidad de acuerdo, de reagrupación que impida que también el espacio de la izquierda se presente fragmentado en tres y arruine sus escasas posibilidades de superar a la derecha. Los últimos movimientos en el Ayuntamiento de Madrid van, sin embargo, en dirección contraria a esa voluntad de acuerdo que hay en muchos votantes a la izquierda del PSOE. Y un problema añadido, Mas Madrid, el partido de Íñigo Errejón, se presenta ahora sin el aval de Manuela Carmena. 

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