Opinión

Datos de transición

Tanto los datos del paro registrado del mes de julio como los que proporciona el barómetro del CIS correspondiente al mismo mes sobre intención de voto están mediatizados por aspectos estacionales y cambios que pueden hacer variar en los próximos meses los datos conocidos, tanto de empleo como sobre las expectativas políticas de los principales partidos que han dominado la política nacional por la irrupción de Podemos como tercera fuerza política y la mengua del bipartidismo, cuyos dos partidos apenas superan ya por un punto el 50% de los votos.

La consolidación de Podemos, que tiene el doble de intención de votos que los votos reales que consiguió en las elecciones del 25-M, demuestra que también esta fuerza política ha llegado para quedarse y que tanto el PSOE como IU son sus damnificados. Los datos del PSOE pueden estar en transición porque la encuesta del CIS se realizó antes de que se produjera el cambio de secretario general,y Pedro Sánchez y su discurso de socialdemócrata centrado pudiera ser valorado por los encuestados. El cambio en el liderazgo suele dar un plus de confianza por lo que habrá que esperar a la próxima valoración de líderes y a la intención de voto para conocer su efecto. Pero los datos son los que son en la 'fotografía' del CIS, y el PSOE sigue cuesta abajo hasta su mínimo histórico del 21,2% -23,6% de votos el 25-M- en intención de votos, mientras que el PP, que salió igual de mal parado en las elecciones europeas, remontaría desde el 26% que obtuvo al 30%.

El partido de Pablo Iglesias no solo ha superado ya en intención directa del voto al PSOE, sino que los movimientos de aproximación entre esta formación e Izquierda Unida, que también habrá tomado buena cuenta de estos resultados -porque la nueva formación les adelanta en 7 puntos-, pueden dar lugar a una formación como la Syriza griega, que ganó las europeas en ese país, que se lleve por delante al partido socialdemócrata, que se constituya en la segunda fuerza política y que obligue bien a una gran coalición entre el PP y el PSOE o bien a este partido a escorarse a la izquierda. Podemos debe confirmar las expectativas en las urnas, pero ya se ha convertido en el enemigo a batir por el resto de partidos.

En el otro frente abierto, el del nacionalismo catalán, ERC confirma que superaría a CiU en las elecciones. Y a pesar de la magnitud del desafío soberanista, la cuestión de los nacionalismos es un problema mínimo para la mayoría de los encuestados, y aunque crecen los partidarios de la recentralización del Estado, son mayoría los que prefieren que el estado de las autonomías se quede como está o se aumentan las competencias autonómicas.

Tampoco acaba de calar entre los españoles el mensaje de que la recuperación es irreversible, porque para la inmensa mayoría consideran que la situación económica es peor cada vez y similar a la de hace un año aunque un 25% se mantiene esperanzado con que las cosas rueden mejor el año, que viene y están confiados en que ya no van a perder el empleo.

Por lo pronto, el Gobierno ha constatado que hay menos personas inscritas en el paro que al comienzo de la legislatura, aunque con medio millón menos de personas trabajando, y pese a la buena noticia deque el paro se ha reducido en 30.000 personas, el decrecimiento ha sido la mitad que el pasado año y los datos desestacionalizados indican un aumento del desempleo, y eso sin hablar de su calidad. Transición por tanto en los datos de SEPE a la espera del fin de la temporada de verano para confirmar el nivel de recuperación del empleo.

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