Opinión

Geometría coherente

El portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique, le pidió a Pedro Sánchez, durante el debate sobre los resultados del Consejo Europeo en el que se fijaron y repartieron los fondos para hacer frente a las consecuencias económicas de la pandemia, que más que aplicarse a pactar una geometría variable para sacar adelante sus iniciativas, que ha supuesto el apoyo de Ciudadanos, debía centrarse en reforzar la "geometría coherente" que es la que conforman los grupos que permitieron su investidura.  Era una advertencia sobre el acercamiento de la parte socialista del Gobierno al partido naranja, que ayer vivió un nuevo episodio.    

El jefe del Ejecutivo no tiene fácil ninguna de las dos prácticas euclidianas porque la geometría coherente tiene los pies de barro de la actitud de ERC, a veces errática, siempre amenazante dado que Cataluña vive en la indeterminación de la convocatoria de las elecciones autonómicas, con los presos del "procés" de vuelta a sus celdas, con unos vientos de cola que si hace unos meses les resultaban favorables para ser los primogénitos del independentismo, ahora son menos evidentes y cualquier acuerdo con el Gobierno puede perjudicar sus intereses, más aún si la reunión entre Gobierno y Generalitat sigue entre paréntesis. De paso han recordado a la formación de Pablo Iglesias que no olvide su procedencia ideológica, su visión plurinacional del Estado y su compromiso con la celebración de un referéndum de autodeterminación.    

Incuso la coherencia gubernamental flojea porque desde Unidas Podemos advierten que son incompatibles con cualquier acuerdo que se pueda alcanzar con Ciudadanos para los Presupuestos Generales del Estado porque supondría que serían unas cuentas públicas conservadoras, de tal forma que la unidad que pide Pedro Sánchez tomando como ejemplo las negociaciones europeas en las que se pudieron encajar las propuestas procedentes de todas la familias ideológicas presentes en los gobiernos de Los 27, hace aguas en el seno del propio Gobierno.  

Pese a las quejas de los ministros de UP por la reunión de la vicepresidenta primera del Gobierno con una delegación de Ciudadanos encabezada por Edmundo Bal, Pablo Iglesias sabe que esta formación es la tabla de salvación para sacar adelante unos PGE que darán pie a la "legislatura larga", más factible después de que los naranjas hayan rebajado sus críticas a los nacionalistas vascos, otra de las piedras angulares de la geometría coherente. De la misma forma, en Ciudadanos saben, a pesar de tuits más o menos provocadores, que el Gobierno es de coalición y que su papel será siempre subsidiario. Morados y naranjas, que se miran con recelo, tendrán que buscar una tregua que facilite un punto de acuerdo, porque por el momento el compromiso de ERC ni está ni se le espera.   

Aunque la reunión Gobierno-Ciudadanos era para abordar asuntos relacionados con la pandemia no habrán desaprovechado la oportunidad para hablar de Presupuestos. Carmen Calvo se esforzó por rebajar el malestar de Unidas Podemos ante su ausencia en la reunión. “Dónde está un miembro del Gobierno está todo el Gobierno”, dijo la vicepresidenta.  Una formulación teórica que refrendó Edmundo Bal, quien rechazó el veto “con la que está cayendo”.  Pero UP no renuncia a la geometría coherente de Echenique.

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