Opinión

Entre el juzgado y el Parlament

La familia Pujol ante el juez y el presidente de la Generalitat, Artur Mas, camino de la comisión de investigación sobre la corrupción y el fraude fiscal de quien fuera ‘molt honorable’. Unos incidentes imprevistos en la hoja de ruta hacia la independencia que puede tener un efecto negativo en los intereses de los independentistas.

La peripecia política de Artur Mas después de que se conociera el contenido del sumario del caso de las ITV y las peticiones de Oriol Pujol a Artur Mas para que se reuniera con empresarios que pensaban deslocalizar sus empresas demuestra hasta qué punto el actual presidente catalán se encuentra preso de las decisiones de ERC. Si hasta ahora este partido había evitado que compareciera en la comisión de investigación del Parlamento catalán sobre el ‘caso Pujol’ ahora le han tendido la alfombra roja, sin que hayan servido de nada sus explicaciones acerca de que al recibir a los empresarios que le dijo Oriol Pujol hacía lo que debía y que si luego alguien sacó beneficio de esas reuniones él se encontraba al margen. Pero el ambiente general y el particular está para pocas florituras y para explicaciones bienintencionadas cuando la sombra del 3% y el resto de casos de corrupción sobrevuelan toda la política catalana.

En estas circunstancias es ERC el partido que marca la agenda de la política catalana y el mismo día que se alcanza un acuerdo sobre los presupuestos catalanes para garantizar la estabilidad del gobierno de CiU hasta las elecciones del 27 de septiembre, con partidas destinadas a la creación de ‘estructuras de Estado’, obliga a Artur Mas a una comparecencia donde no tenía previsto para que ofrezca explicaciones sobre lo que sabe o deja de saber durante los ocho años que fue la mano derecha de Jordi Pujol, en la que se verá obligado a salvarse él sin que sus palabras hundan más al expresidente, historia viva del catalanismo y de la independencia.

ERC había evitado esa comparecencia en cuatro ocasiones, sabedora del deterioro que comporta para la imagen pública de Artur Mas, pero ahora se presenta como el principal adalid de la lucha contra la corrupción. A Oriol Junqueras todo se le pone de cara, las encuestas, la debilidad de Artur Mas, y los líos judiciales de casi todos los integrantes de la familia Pujol.

Una familia que está siendo investigada por fraude fiscal y blanqueo de capitales a cuenta de la herencia que nunca existió en la cuantía que Jordi Pujol y su esposa han atesorado en el extranjero, y por la que el expresidente catalán ha vuelto ante el juez tras librarse del ‘caso Banca Catalana’. Son tantos los frentes judiciales que tienen abiertos y por casuísticas tan variada relacionadas con el enriquecimiento dudoso, que las excusas sobre persecución política relacionadas con el avance del proceso independentista suenan poco creíbles, sobre todo porque alguna de ellas, como el ‘caso ITV’ que afecta a Oriol Pujol ya le costaron su vida política antes de que el movimiento independentista tomara velocidad de crucero, y en cualquier caso, serán distintos jueces quienes diluciden si todas y cada una de las operaciones que están bajo investigación estuvieron ajustadas a las normas legales. Por lo pronto, las consecuencias políticas de todo este ir y venir por los juzgados de la familia Pujol ya han comenzado a verse en el Parlament.

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