Opinión

Madrid: mujeres el poder

Pese al intento frustrado de Pablo Iglesias de tomar al asalto la candidatura de la izquierda a la izquierda del PSOE con el ofrecimiento de una candidatura conjunta de Unida Podemos y Más Madrid que el habría estado dispuesto a encabezar, la lucha por el poder en la Comunidad de Madrid será una confrontación entre mujeres, que liderarán tres de las seis listas electorales con posibilidad de entrar en la Asamblea en las próximas elecciones del 4-M. 

Por supuesto, la actual presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, encabezará la plancha del PP, y Rocio Monasterio la del ultraderechista Vox, mientras que Mónica García, por parte de Más Madrid, ha sido la encargada de poner pie en pared frente a la pretensión de Pablo Iglesias con dos apuntes de los que van dirigidos a las poses políticas del todavía líder de Unidas Podemos: uno, su pasión por las series televisivas, “esto no es una serie de Neflix”, le dijo, y reivindicó su trabajo para no dar un paso atrás cuando se había batido el cobre con solvencia en la oposición a Ayuso en lo que va de legislatura, y dos, con otra referencia a su imagen de “macho alfa” de la política española, y a su forma de entender su desarrollo, al declarar que a la “irresponsabilidad de Ayuso no podemos sumarle ni más frivolidad, ni más espectáculo, ni más testosterona”. 

Pero no solo serán estas tres candidatas las que protagonicen la política madrileña, con su derivada en el contexto nacional, en los próximos dos años. Unidas Podemos llevará como número dos a otra mujer que, probablemente, se quedará como la jefa de su grupo parlamentario si Pablo Iglesias renuncia a recoger su acta de diputado regional para permanecer como diputado nacional y seguir con la tutela de su partido desde fuera del Gobierno, en tanto se produce la prevista sustitución por la vicepresidenta tercera in pectore, Yolanda Díaz. Resulta difícil imaginar a Pablo Iglesias sentado en un escaño de la oposición en la Asamblea de Madrid, en el caso de que Ayuso con Vox -¿y Ciudadanos?- revalide el gobierno autonómico, o como consejero de un gobierno progresista, a la vista de lo poco que le gusta la gestión frente a la estrategia. 

La importancia de la elección de la “número dos” también afecta al PSOE. Con Ángel Gabilondo de salida -las elecciones madrileñas han paralizado las negociaciones sobre la renovación de los órganos constitucionales y su previsible nombramiento como Defensor del Pueblo-, los socialistas madrileños presionan para encontrar una mujer que consolide sus opciones de aquí a las próximas elecciones dentro de dos años, para aprobar una de las asignaturas pendientes de los socialistas, contar con candidatos potentes en Madrid para desbancar a la derecha del poder autonómico y municipal. Ciudadanos, por el momento, tiene bastante con encontrar un candidato –no suena ninguna mujer como cabeza de lista- que gestione el paseo que va a darse por el borde del precipicio. 

Es decir, tres seguras, y dos muy probablemente, serán las mujeres que decidan el futuro de los madrileños, lo que no quiere decir que los enfrentamientos vayan a ser de guante blanco. Porque si el exceso de testosterona suele relacionarse con actitudes más agresivas, el aumento de estrógeno “incentiva los sentimientos de poder y competencia entre las mujeres tal como han demostrado estudios recientes” (Wikipedia). 

Te puede interesar