Opinión

Pablo Iglesias en acción

De los principales miembros del Gobierno de coalición solo faltaba él por aparecer ante los medios de comunicación a pesar de que su vicepresidencia tiene el subtítulo de Asuntos Sociales. Pablo
Iglesias compareció ayer junto al ministro de Sanidad para dar cuenta de la nueva aportación de 300 millones a las comunidades autónomas para combatir el coronavirus.

Pablo Iglesias ha mantenido las formas, ha dejado todo el protagonismo en la explicación de las medidas adoptadas por el Consejo de ministros de carácter económico y social a Pedro Sánchez. Su intervención se ha producido después de la comparecencia en el pleno del Congreso del presidente del Gobierno, después del mensaje del rey para infundir ánimos a la ciudadanía y llamar a la unidad de todos. Ha mantenido una disciplina y contención ajustada para no dar nuevos motivos de discrepancia, de descoordinación o de protagonismo.

Y eso que ningún miembro de Unidas Podemos forma parte del gabinete de crisis, y de que a pesar de que una gran parte de las medidas adoptadas tienen carácter laboral para la protección de los trabajadores, a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, no se le ha vuelto a ver, después de la polémica creada con la guía en la que explicaba las medidas de seguridad a adoptar en las empresas.

La intervención de Pablo Iglesias, si se quiere, ha sido reiterativa en el sentido de que se ha mantenido dentro de la línea de comunicación establecida por el Ejecutivo con mensajes similares, pero con mayor intensidad en uno de los aspectos esenciales de las consecuencias de la crisis, el impacto que tendrá en la sociedad y como se debe prodecer para su protección. los mismo.


Pedro Sánchez ha insistido en estos días en que la salida de la crisis se realizará sin dejar a nadie atrás. Pero Pablo Iglesias ha ido un paso más adelante al recordar que es preciso poner en práctica las enseñanzas de lo ocurrido con la Gran Recesión de 2008 no volver a cometer los mismos errores, dado que fueron los trabajadores quienes pagaron la factura prácticamente en su totalidad. "Esta crisis no la pueden pagar los de siempre. Esta vez sí cuentan con el apoyo del Estado para hacer frente a la situación", dijo el vicepresidente segundo.

Pablo Iglesias, que se pone al frente de la coordinación de todos los servicios sociales del país, tendrá a partir de ahora la posibilidad de demostrar sus capacidades como gestor en un momento sumamente delicado en el que su acción irá dirigida a la protección de los más vulnerables, el apoyo a las residencias de ancianos que se han mostrado como uno de los focos más delicados de la pandemia, la asistencia a personas mayores y a las personas sin techo, todo ello en colaboración con las comunidades autónomas y las Fueras Armadas.


Quizá la tardanza en que Pablo Iglesias haya comparecido públicamente se encuentre relacionado con alejarse de la polémica creada con la modificación de la legislación que permitirá al Gobierno que haya más de un vicepresidente en la comisión Delegada del Gobierno para Asuntos de Inteligencia que controla los servicios secretos y para lo que se ha utilizado una puerta trasera, una disposición final en el decreto de medidas urgentes para luchar contra elcoronavirus y sus efectos.


Pablo Iglesias tiene que demostrar ahora que además de predicar sabe cómo organizar el reparto del trigo.

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