Opinión

Esto, esta vez tiene que salir bien

Desayuno en el Colegio de Abogados de Madrid con Miquel Roca. Siempre inteligente, siempre con sentido del humor, siempre enseñando. Cuenta una anécdota de los difíciles tiempos de la transición que tiene sentido otra vez hoy. En un paseo por la calle con Tarradellas, se les acerca un ciudadano y les da, dice Roca, la primera lección de derecho constitucional en plena calle: "Esto, esta vez, tiene que salir bien". Y salió muy bien, digan lo que digan los que ahora quieren quitar valor a una transición modélica y a una Constitución que nos ha permitido la mayor etapa de democracia y de prosperidad económica desde hace dos siglos.

"Pues ahora -dice Roca-, esto tiene que servir para solucionar un problema real". Y añade algo que me parece fundamental: "Y debe tener la garantía jurídica de que está bien hecho". Es decir, no vale todo, no hay soluciones que se planteen fuera de la Constitución, aunque la Constitución, según el político catalán, ha demostrado que permite interpretaciones amplias, adaptadas a la realidad. ¿Y cuál puede ser la guía para políticos en este momento, defiendan lo que defiendan, pidan lo que pidan?: "Lo que está en la Constitución -dice Roca-, cabe; lo que no está, no cabe. Y fuera de la Constitución hace un frío horroroso". Fuera de la Constitución, que es donde nos quieren colocar algunos exigiendo algo que constitucionalmente no puede darse, no hay espacios para la libertad, para la democracia, para la estabilidad o para la seguridad jurídica. Las reglas del juego están en la Constitución. Saltárselas supone romper la democracia.

También se dio un repaso a la clase política. No sé si tenemos los políticos que nos merecemos, si nos merecemos otros políticos o si los políticos que tenemos son un bastante fiel reflejo de una sociedad tal vez mediocre, acostumbrada a ser dirigida, tutelada y a no asumir sus compromisos. Pero lo que está claro es que el poder de los partidos no tiene compensaciones en la sociedad civil y que falta diálogo de verdad, debate, como sí hubo en la transición. Dice Jonathan Haidt, un reconocido profesor estadounidense de Liderazgo Ético que "el problema es que ahora los políticos no se hablan". Roca añade algo más: la clase política se está faltando al respeto a sí misma y "es imposible predicar libertad sin dar ejemplo de respeto". La falta de diálogo entre los líderes políticos españoles es palmaria. Solo hablan para buscar pactos de gobierno, nada para construir juntos. Parece como si creyeran que dialogar, incluso en el Parlamento, les hiciera parecer débiles. O puede que tengan poca confianza en confrontar sus argumentos.

Se habló también de Cataluña, como no podía ser menos. Roca fue claro: "La solución la tienen los que están en el origen del problema. Y esto pasa por una rectificación. Sin rectificación y sin ajuste al marco jurídico constitucional no hay solución". Pues eso es lo que Sánchez, sobre todo, Casado, también, y todos los demás, incluida ERC y JxCat, tal vez el PSC, deberían tener claro: importan el conjunto de los ciudadanos, los intereses generales, cualquier equilibrio pero dentro de la Constitución, el respeto y, sobre todo, al diálogo transparente. Eso, si queremos que "esto, esta vez, también salga bien".

Te puede interesar