Acuerdos con los catalanes? ¡No! son proscritos y además separatistas ¿Acuerdos con Unidas Podemos? ¡No! Son peligrosos comunistas. Entonces se puede contar con la abstención de los parlamentarios de la derecha. ¡Imposible! Desvirtuaría su papel de oposición y alternativa de poder. ¿En ese caso no queda otra salida que convocar nuevas elecciones? ¡Eso sería un tremendo error, el pueblo no lo perdonaría y perjudicaría a la democracia! ¿Existirá algún algoritmo que dé solución a este laberinto Kafkiano? Siempre existe un método que resuelve los algoritmos más complicados, voy tratar de dar una respuesta subjetiva con la ilusión de quien pretende convertirla en intersubjetiva para, al menos, la mayoría de los lectores:
Preguntas: ¿Han votado en elecciones generales en Cataluña ciudadanos españoles? ¿Es válido el voto de todos y cada uno de los electores censados? ¿Puede establecerse una valoración distinta para la elección de cada candidato a representar en las Cortes la soberanía popular? ¿No es acaso la política el arte de lo imposible? ¿Está legitimado por la “norma” el conseguir acuerdos estables para garantizar la gobernabilidad del país? ¿Qué cataclismo puede acaecer en el supuesto de un gobierno presidido por Pedro Sánchez con el apoyo mayoritario de diputados elegidos en las últimas elecciones generales? Las respuestas a estas preguntas creo que avalan la legitimidad de llegar a acuerdos con todas y cada una de las fuerzas políticas representadas en las Cortes.
Vivimos tiempos de profundas contradicciones. A lo largo de los siglos hemos destruido la riqueza que la madre naturaleza ha puesto a nuestra disposición. Miles de especies han sido barridas de la faz de la Tierra por la agresividad destructiva del homo sapiens y ahora en el límite de habitabilidad del planeta los políticos no se ponen de acuerdo para detener el camino hacia el Armagedón. Es patético observar el liderazgo de una adolescente que enarbola la bandera de la lucha contra lo inevitable en una operación de marketing diseñada por las multinacionales de la energía. Y vuelvo a preguntar ¿Existe algún algoritmo que de salida a esta situación límite? ¿Podemos prescindir de la energía fósil sin detener la calidad de vida de la civilización? ¿Qué tiene que suceder para que los negacionistas acepten la influencia del ser humano en los cambios climáticos y la contaminación? ¿Por qué se siguen despilfarrando recursos y energía en eventos fastuosos de dudosa rentabilidad? ¿Sirven de algo las cumbres sobre el clima?
Pero las contradicciones también tienen su manifestación en nuestra provincia haciéndose visibles en el conflicto del Hospital de Verín. Un nuevo algoritmo nos puede sacar de dudas en la búsqueda de soluciones: ¿Es un tema político o técnico? ¿Tal vez económico? ¿Porque causas se extiende la España vaciada? Maestros, médicos, entidades financieras, sacerdotes y administración abandonan el mundo rural. ¿Escasez de recursos? ¿Planificación Perversa? En el campo de batalla destaca la lucha fratricida entre el mundo rural con estructura caciquil y los gestores del capitalismo selectivo que cuantifican las pérdidas y beneficios. Mientras el pueblo se moviliza angustiado ante un futuro incierto unos y otros son incapaces de ofertar una propuesta racional donde la calidad del servicio prime sobre otras consideraciones, priorizando la inversión del dinero público en Educación, Sanidad y servicios sociales y reduciendo costes en chiringuitos y subvenciones de difícil justificación.
Recordemos que un algoritmo es un conjunto metódico que se emplea para resolver cálculos, problemas y la toma de decisiones. Aplíquenlos.
