El sábado 24 de junio de 2017 publicaba en La Región un artículo titulado “¿Solo diez plagas?”, que por su actualidad me permito reproducir introduciendo algunos acontecimientos que se produjeron con posterioridad y que refuerzan el mensaje que se quiere transmitir.
“Y las aguas del Nilo se convirtieron en sangre…” (Ex 7, 20). El Mediterráneo y las aguas de Canarias se cubren todos los años de cadáveres de inocentes que mueren huyendo del hambre, la guerra y la miseria (siglo XXI).
“… y surgió tal cantidad de ranas que cubrieron el país de Egipto… ” (Ex 8, 2). Los corruptos se multiplicaron en todos los países de la Tierra y pervirtieron el sistema democrático (siglo XXI).
“… nubes de mosquitos se precipitaron sobre hombres y animales…” (Ex 8, 13) La coalición árabe, liderada por Arabia Saudí con el apoyo de EEUU, bombardea Saná (Yemen) causando miles de víctimas entre la población civil (31 de marzo de 2020).
“… nubes de tábanos invadieron la casa del faraón y de sus cortesanos…” (Ex 8, 20). Docenas de millones de euros de forma presuntamente ilícita van a las cuentas del monarca y de sus allegados causando la repulsa del pueblo (año 2020).
“… todo el ganado de los egipcios murió…” (Ex 9, 6). Millones de animales marinos, entre ellos las ballenas migratorias, los delfines, las tortugas, las focas, los tiburones… resultan heridos o muertos por la ingestión de deshechos arrojados por los humanos, y millones de peces son criados en “granjas” alterando su naturaleza. (Quito 5 noviembre 2014).
“… tomaron cenizas de horno… y Moisés las esparció… produciendo úlceras y tumores…” (Ex 9, 10). La OMS estima que siete millones de personas mueren cada año debido a la contaminación atmosférica y cientos de millones padecen enfermedades respiratorias (Ginebra año 2014). Por no citar los cientos de millones que sufren las consecuencias nocivas del tabaco.
“… el granizo machacó en Egipto todo lo que había en el campo…” (Ex 9, 2) Se prevé que las pérdidas económicas causadas por tormentas, huracanes, inundaciones, sequías e incendios forestales, como consecuencia del cambio climático, alcanzarán en la próxima década en EEUU los 360.000 millones de dólares (año 2017).
“… las langostas cubrieron toda la tierra… devoraron todas las plantas de la tierra y los frutos de los árboles…” (Ex 10, 15). La avispa asiática (velutina) está causando estragos en las colmenas de las abejas europeas. La avispilla mata los castaños y el picudo seca las palmeras (siglo XXI).
“… se produjo una densa niebla… no se veían unos a otros…” (Ex 10, 22-23). La arena del desierto está derritiendo la nieve del Himalaya (octubre de 2020).
“A medianoche hizo morir a todos los primogénitos de los egipcios…” (Ex 12, 29). Nuevas enfermedades asolan a la humanidad en el siglo XXI: Síndrome respiratorio de Próximo Oriente (MERS); fiebre de Lassa (2014 en África), virus de Nipah (NIV), síndrome respiratorio agudo severo (SARS)… y el letal coronavirus (covid 19) que azota a toda la humanidad en la actualidad, causando cientos de miles de muertes y millones de infectados.
Según las escrituras, solo se salvarán del apocalipsis 144.000 elegidos (12x12x1.000). En la perversa planificación de los poderes oscuros prevén quinientos millones de privilegiados supervivientes. Solo la conciencia colectiva y la ciencia podrán salvar a la humanidad. Es nuestra obligación impedir la undécima plaga. Quizás seas tú un “tzadikin nistarim” (personas santas que viven entre nosotros de forma anónima) y no lo sepas; ¡actúa!
