Opinión

Patologías europeístas

Oh viejo continente! Cargado de historia, nido de conquistadores, madre del mundo, germen de culturas. Bárbaro, civilizado, inestable, egocéntrico, violento y pacificador. Tu inmensa ambición ha regado de sangre los campos del mundo entero. Tu afán catequizador ha justificado genocidios, guerras, conquistas y devastaciones. Has esclavizado, subyugado y aniquilado a cientos de pueblos; has bebido de la savia del vencido y has gozado de poder sobre el hombre.

Imperialista y tribal; humanista y totalitario; xenófobo y tolerante; internacionalista y chauvinista. La contradictoria dualidad ha desgarrado la convivencia de los pueblos que, a lo largo de la historia, han tratado de controlar tu destino. Ayer César, Augusto, Carlomagno, Napoleón, Hitler, Mussolini, Stalin… Hoy Merkel, la City, Deutsche Bank, UBS, BCE… Dominio, control, poder absoluto; efímeros deseos de un virreinato de Bilderberg, poder global y superestructura despótica y dominante, sin entrañas, impenetrable y secreta. Te creíste reina y eres lacaya.

¡Oh, Europa!, gigante caído, fraccionado, dominado… envejecido. Te enfrentas a un destino incierto, bajo el dominio de las fuerzas financieras, a las que sirves y alimentas. Buscas tu identidad en la tribu, en el idioma, en la nación, en el Estado. Territorio indefinido, cambiante, fronteras artificiales creadas por el poder para estaquillar los impulsos primarios de un pueblo huérfano de líderes.

Objetivos, la Champions League y/o Eurovisión. Ídolos: Nadal, Gasol, Cristiano Ronaldo, Messi, Beckham, los personajes de “Sálvame”… barro y tiempo, control, fraude y dominio.

¡Oh Europa!, ¿cómo han secuestrado un sueño que era la primigenia idea de tus fundadores? ¿Estaría hoy contento K. Adenauer?, ¿qué opinarían Joseph Bech, J. Beyen, Gasperi o W Hallstein? ¿y el primer comisario europeo de Agricultura, el holandés Sicco Mansholt? Quienes, sin duda, estarían horrorizados serían los franceses Jean Monnet y Robert Schuman. Y no lo estarían menos el belga Henri Spaak y el federalista Altiero Spinelli.

¿Dónde están las eurorregiones, como territorios de desarrollo económico y social que diluyen fronteras y establecen espacios de convivencia, en una alianza de ciudadanos por un mundo solidario? ¿Por qué se refuerza la Europa de los Estados, como entes territoriales administrativos, despilfarrándose millones en recursos para el desarrollo de los pueblos? ¿Por qué se ha permitido el fraccionamiento de países sin reequilibrar el papel de las minorías a través de inclusión en elementos territoriales en proyectos unitarios? ¿Cómo se puede permitir el papel antiunitario de Gran Bretaña que actúa como un portaaviones de USA y del sistema financiero, traicionando reiteradamente a sus socios europeos? ¿Por qué se permite que Alemania actúe como país imperialista dentro de la Unión?

Y finalizo con una afirmación. La debilidad de la UE y su fragmentación como ente, se manifiesta en la desastrosa gestión en la crisis ucraniana, donde se creó un problema bélico por actuar como monaguillos de intereses ajenos a los de los ciudadanos europeos. ¡Qué pocos entendieron la Alianza de Civilizaciones!

¡Oh, Europa! Sigues esclava de tu patología individualista, cúrate y sé libre, traza, ahora es el momento, tu rumbo hacia un mundo mejor.

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