Opinión

Pequeñeces

Una joven se desplaza con paso apresurado por una calle bien iluminada. Está amaneciendo, la niebla se está disipando. Sin detenerse saca una cajetilla de tabaco del bolsillo de su chándal y con agilidad felina rompe el precinto y tira al suelo los deshechos, lo hace a dos metros de una papelera. Empieza a fumar y cuando termina el cigarro, arroja la colilla al pavimento mientras sobrepasaba otra papelera. Un viandante observa indignado el comportamiento incívico de la mujer y decide abordarla para afearle su conducta. Pero, cuando iba a hacerlo, se detiene y se pregunta: ¿será conveniente el hacerle ver su falta de respeto con la comunidad? Mientras duda, la joven apresura el paso y el viandante renuncia a la leve amonestación que había previsto. 

Domingo, salida de misa, luce un sol radiante. Los niños corren alegremente por la plaza. Casi todos portan una bolsita con chucherías, gritan, dan patadas al balón, se divierten sobre patinetes, se acercan a sus padres y les piden dinero para comprar más golosinas. La bolsa vacía se deja caer en el empedrado sin que nadie haga objeción alguna. 

Dos adolescentes están sentados en un banco del jardín, desprenden felicidad. Quizá se quieran. De momento, él se levanta como impulsado por un muelle, se dirige a un espléndido rosal y arranca cuatro hermosas rosas, a continuación le ofrece a la muchacha el improvisado ramo. Ella lo acepta con una sonrisa y agradecida le ofrece sus labios para fundirse en un apasionado beso. 

Sábado de madrugada, varios jóvenes cantan con atronadora voz, están alegres, han bebido algunas cervezas. Alborotan con total libertad, discuten acaloradamente, llegan a las manos. El más agresivo cae al suelo, se golpea fuertemente en la cabeza, pierde el sentido. Sus amigas gritan, le arrojan agua a la cara, alguien llama a la ambulancia, la sirena se oye cada vez con más intensidad. Los sanitarios intentan reanimarlo, lo suben a la ambulancia y ésta se aleja a toda velocidad. Es ya tarde, el insomnio ha vencido y los pacientes vecinos entornan los ojos en busca del ansiado descanso.

Agosto, 12 de la mañana, calor bochornoso, alivio placentero en la arena de la playa. Balonazo en la frente. Bocadillos reparadores, bolsa al agua. Refrescos hidratantes, casco a la arena. Crema protectora, envase olvidado. Baño reparador, micción incontrolable. Periódico leído, papeles al viento. Chapapote, mondas, plásticos, redes, palos, botes… Degradación y contaminación. 

 Lo destacado. Viernes, consejo de ministros, acuerdos trascendentes, responsabilidad institucional. Frente a intolerancia, diálogo. Frente a anarquía, Constitución. Frente a fascismo, libertad. Contra odio, fraternidad. Contra violencia, democracia. Frente al miedo, la verdad. Vacuna contra las pasiones, racionalidad. 

Todo fluye, nada permanece, el edén destruido, anécdotas y menudencias. Lucas, el médico. Pablo, el enfermo. Ciencia y profecía. ¡Qué mas da!

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