Opinión

Pequeños hechos históricos

El teléfono sonó con insistencia, el ruido era ensordecedor, la gente se expresaba en un tono desmesuradamente alto, los niños gritaban mientras corrían por el local; el camarero hacía esfuerzos por atender el requerimiento de varios clientes impacientes, mientras se desplazaba con pasos titubeantes tratando de evitar el tropezar con los infinitos obstáculos que se interponían en su camino. En aquel ambiente tan caótico era casi imposible entenderse con cualquiera de los contertulios que compartían mesa y mucho más difícil a través de un teléfono. Decidió salir del local y exponerse al gélido clima que atenazaba los músculos de quienes se atrevían a desafiarlo. La llamada era de Paco, el amigo del alma de su juventud, habían vivido intensas aventuras en los tiempos de la lucha contra la dictadura en los años setenta, cuando el régimen agonizaba en una espiral de terror que inhibía las ansías de libertad del pueblo español. Ellos fueron activos militantes del Partido Comunista Gallego y su militancia la ejercían en el campo de la cultura gallega, en el movimiento obrero, en los movimientos juveniles, en la agitación y propaganda y sus actividades las desarrollaban en una semiclandestinidad intencionada. 

Decidieron verse y recordar los viejos tiempos. Transcurridos unos pocos días, tres antiguos camaradas se citaron en un cómodo establecimiento, los tres habían tenido responsabilidades políticas y sociales en la provincia de Ourense. Paco venía acompañado de Carlos y en un ambiente cálido iniciaron una amena conversación sobre los tiempos de su comprometida juventud. Recordaron la agitada actividad de la Asociación Juvenil Breogán y su relación con el grupo musical Voces Ceibes. La reivindicación de la Revista Nos con un ciclo de conferencias en el que participaron Xaquín Lorenzo (Xocas), Carlos Casares, Ramón Otero Pedrayo y Xesús Alonso Montero. Con todos ellos mantenían una estrecha colaboración, suponían que Luis Alvarez Pousa guardase la carta que les envió Otero Pedrayo con motivo de la puesta en escena de la obra de teatro “Os vellos non deben de namorarse” de Castelao. También recordaron la magnífica relación con el cantante portugués José Afonso (Zeca Afonso) autor de “Grandola Vila Morena”, y la generosidad de este al presentar (la primera vez que lo hacía en público) dicha canción en Ourense. No pudieron contener la emoción cuando citaron la amistad con Blanco Amor y la estrecha relación de Paco y Carlos con el escritor y la situación de desamparo en que este vivía. Carlos aportó una cariñosa carta de Eduardo escrita desde Barcelona, donde residía provisionalmente en casa de su hermana; en los archivos de Breogán constan varias misivas enviadas a los jóvenes de la asociación del autor de “A esmorga”. 

La relación de los jóvenes militantes de Breogán con la intelectualidad gallega había sido intensa y fructífera y su recuerdo merece una consideración especial para que en la memoria de Ourense conste el compromiso con la libertad de quienes dedicaron su energía a preservar la cultura de nuestro pueblo. 

Los tres antiguos camaradas decidieron volver a encontrarse para recordar la lucha de los demócratas ourensanos en aquellos años convulsos y confusos donde estaban los que eran, y que nadie tergiverse maliciosamente la pequeña historia de los que arriesgaron su vida en pro de los derechos humanos en una provincia pobre y sometida. 

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