Opinión

Este es un buen momento para largarse

Un problema. “Tenemos un problema un poco raro”, me asaltaron dos señoras por la zona vieja de la ciudad, ayer por la mañana. Santi, cuñado de una de ellas, se había perdido, y ellas no tenían teléfono móvil. Llevaban dos horas buscándose. Temían que Santi pudiera haber sido atacado por un jabalí en las inmediaciones de la Alameda. Así que me pidieron mi teléfono, algo avergonzadas, para llamar al señor desaparecido.

Les presté el móvil, llamaron al susodicho, y supe entonces que daban comienzo las operaciones especiales de vacaciones. Porque sin duda, al verlo aparecer por el horizonte tras la llamada, Santi encarnaba la Operación Retorno. Las señoras quisieron pagar mi bello, a la par que generoso, gesto. Literalmente. Pero yo rechacé los billetes para que no se dieran cuenta de que soy periodista. Al fin, ya tenía el gran tesoro de un periodista: algo que contar. Cada vez me sé mejor las mentiras de esta profesión.

Sea como sea, ahora ya soy gente. He dejado de ser castuza, casteta, o castilla. Represento a seis millones de españoles. Yo, como Santi, me sumo este año a la operación Salida y Retorno. En particular, efectuaré la operación salida a primera hora de la mañana, por la puerta de mi casa, y la operación retorno, con las luces de las primeras estrellas, por la misma puerta pero en dirección contraria. 

No inicio mis vacaciones pero tampoco pongo la mano en el fuego por ello. No hace muchos veranos salí del periódico, entonces en la madrileña plaza de Santa Ana, a tomar unas cañas. Era una tarde de mediados de julio. Las risas, las cañas. Lo típico. Nos liamos, nos liamos, nos liamos, y regresé a la redacción ya en septiembre. Un mes estupendo para quedarse sin trabajo.

EQUIPAJE

Para el turista ocasional que cae en esta ciudad, es importante contar siempre con una maleta adicional vacía. Ourense está lleno de tiendas de esas para turistas en las que puedes comprar un montón de cosas que no sirven para nada. En contra de lo que pueda parecer, no es fácil fabricar cosas inservibles. Por cosas de la evolución, incluso las piedras pueden terminar siendo de gran utilidad, tengan la forman que tengan. Eso explica porque hay tipos cuya cabeza vale para algo aunque en apariencia no se le vea provecho alguno. Quiero decir que hay un montón de cosas que puedes colgar de sitios, o ponerte, o regalar a gente a la que odias, y que no aportan absolutamente nada, ni estética, ni ética, ni metafísicamente y eso es un hallazgo maravilloso. Porque pese a todo, ocupan espacio. De ahí lo de la maleta extra.

A la hora de meter las cosas en el maletero para viajar a esta tierra, lo esencial es traer un montón de cosas con las que puedas flotar en el río y dejar todo lo demás en casa. 
Te harán falta también cosas contra el calor: por ejemplo, el listado de radares de la DGT, que te dejará frío en un instante. También resulta muy práctico meter gente en tus previsiones de viaje, porque aunque esta es una ciudad abierta y sociable, se hace algo cargante para la vida en solitario. 
Por último, ten en cuenta que el equipaje debe caber en el coche, y no el coche en el equipaje, a no ser que quieras facturarlo todo y venir volando. Eso puedes hacerlo si alquilas una buena cigüeña.

LAS RUEDAS

El asfalto ourensano, con estas subidas y bajadas de temperatura tan extremas, resulta demoledor para las ruedas del coche. Digo yo. Así que no está de más que revises la presión de los neumáticos y, ya que estás con el cacharro en las manos, haz lo propio con los ocupantes del coche, mascotas incluidas. Llevar de vacaciones a un loro con la tensión alta puede convertirse en una tortura, porque la mayoría de estos animales no exteriorizan sus padecimientos de un modo que podamos entenderlos. Así que, en ausencia del veterinario, la única forma de detectar que el loro tiene la tensión alta es mirarle fíjamente a los ojos. Si aparta la mirada, tensión alta. Si te picotea la nariz, tensión baja. No lo he probado con el loro pero sí con un canario; un señor de canarias al que metimos en una jaula para hacer una broma y terminó con la tensión por las nubes. Y nosotros también, cuando apareció la policía pidiéndonos el carnet de manipuladores de alimentos después de cazarnos con las manos metidas en el alpiste.

CERRAR EL MALETERO

La única forma de cerrar el maletero antes de irte de vacaciones, y sin romper nada, es subirte encima y saltar como un loco una y otra vez hasta que escuches "clic" o "crash". En cualquiera de ambos casos, estará cerrado y lo que ocurra dentro no es asunto tuyo. O no al menos en este momento. Ya tendrás tiempo de enfadarte con alguien al llegar. Seguro que encuentras algo a lo que echarle la culpa. Por ejemplo, al Gobierno.

ANTE LA AUTORIDAD

El verano es momento propicio para chocar con la autoridad. Ante la imposibilidad de desplazarse a las playas en coche, la mayor parte de la gente se ve obligada a hacerlo en automóvil. Y, como es sabido, la policía, en ausencia de coches, acostumbra a dar el alto a numerosos automovilistas, hacerles controles de velocidad, de alcohol y drogas, revisarles los papeles de la ITV, y otras perrerías. Ante un control policial, la actitud más inteligente del conductor es mantener la calma y la educación, sin caer en el elogio a la autoridad, signo inequívoco de que has bebido más de la cuenta. 
Has de saber que cuando un agente te da el alto lo más importante es parar el coche, en algún lugar que no esté ocupado por el propio coche de policía. Estacionar encima o debajo del coche de la Guardia Civil de Tráfico pone de un humor de perros a los policías, por razones fácilmente descriptibles. Si por responder al alto policial, clavas el pie en el freno y se te suben encima todos los automóviles precedentes, cuando termines el control, si te dejan regresar a tu coche, tendrás que hacer una barbaridad de papeles y dar un montón de explicaciones a tipos que también se han quedado sin día de playa. 

Así que, si te para la policía, y ves a los agentes con el bloc de notas en la mano, lo importante es mirar bien todos los espejos, y comprobar la velocidad de tu coche y la limitación de ese tramo, antes de arrojarte por el viaducto tan pronto como puedas. Y aún así, tal vez la multa no sea tan cara como te crees. Ahora, siguiendo el modelo de los supermercados, Tráfico tiene unas ofertas estupendas y te regalan hasta el 50% de la multa si pagas lo bastante rápido como para que no se inquieten.
No obstante, lo de que las multas ahora llevan un “rasca” por detrás y que, si coincide tu DNI con el próximo Cuponazo, te invitan a una ronda de tequila en Pachá, creo que es un bulo. 

Te puede interesar