Opinión

Ahorrar, ahorrar y ¿después?


La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen: “En los tiempos en los que vivimos no puede ser que algunos obtengan unos beneficios extraordinarios y sin precedentes gracias a la guerra y a costa de los consumidores. En estos momentos, los beneficios deben compartirse y canalizarse hacia quienes más los necesitan”. También ha insistido en el ahorro para afrontar los duros tiempos que van a venir. La UE lanza su mensaje para pedir ahorro, y los Gobiernos y la mayoría de la oposición lo aceptan sin rechistar, incluso llegó a decir que era bueno que algunas luces se apagasen. Estamos como siempre, ordena quien no ha sido votada, y los que sí lo han sido lo acatan en su mayoría. Comprendo que las decisiones que se tomaron en la UE nos condujeran a esta situación. Por supuesto, afrontémosla y apretémonos el cinturón. No nos quedemos en eso, sepamos que se está destruyendo el tejido industrial, agrónomo y servicios. Como muestra, lo que acaba de pedir Cepyme (Confederación Española de Pequeñas y Medianas Empresas) al Gobierno: que no tome medidas que agraven la situación, y ATA (Asociación de Trabajadores Autónomos) pide al Ejecutivo rebajas en el IVA, aplazamientos en las devoluciones de los créditos ICO, reducción del IRPF, entre otras medidas para poder sobrevivir. Ponen como ejemplo lo sucedido en el pasado mes de agosto, en el cual 19.000 pymes y autónomos tuvieron que cerrar sus negocios.

Son necesarias las medidas a tomar, pero quedarse ahí es ser cortoplacista y no solucionar el problema. Es cierto que la guerra iniciada por Rusia en Ucrania ha incrementado la cuestión, pero el fin de la guerra, que deseo sea pronto, no va solucionar nuestros asuntos. Es necesario aprender de lo que nos está pasando para planificar a medio y largo plazo soluciones que nos permitan seguir en el camino que teníamos antes de la pandemia. Por ello es necesario inversiones públicas e incentivar las privadas en todos los sectores; volver a disfrutar de los campos trabajados, animar a la ganadería, la industria y servicios, en definitiva, ser menos dependientes del exterior, ser una potencia con voz porque tendremos argumentos para serlo. Esto es lo que sin dudar deberíamos hacer entre todos. Sería el después.

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