Opinión

Desmitificar

Sin ninguna duda las dos bombas atómicas (uranio y plutonio) que se lanzaron sobre Hiroshima y Nagasaki con cientos de miles de muertos es un horror, y los daños causados a los supervivientes también, aunque nadie piensa y dice por que se hizo y quién lo hizo. Lo mismo que la fábrica de armas de ‘papel’ que se construyó en Chernobyl, donde se silenciaron todos los defectos iniciales por ser la URRS, conocidos por todo el mundo científico: que no había ningún sistema de control, nada para evitar el desastre, y que los trabajadores no estaban preparados. Tampoco se dice que desde el inicio las cúpulas estaban mal construidas, y lo hicieron así porque de esa forma era más rápido sacar el plutonio que fabricaba para su arsenal nuclear. No nos acordamos de los 24.000 muertos en el terremoto de Fukushima (el tercero más grande de la historia) y el tsunami con olas de 36 metros, con las centrales nucleares de los años 60 y copiadas de otra que solo aguantaba terremotos de 6°, sin medidas de seguridad de emergencia. En todos estos desastres lo único que queda y se repite constantemente es lo peligroso que es una central nuclear, cuando en todo el mundo hay más de 500 sin ningún muerto, con medidas de seguridad que no tienen ninguna otra central energética y con nula emisión de radioactividad.

Posiblemente debemos de tener en cuenta a Mathijs Becker’s (escritor científico especialmente sobre energía) que dice que la ‘malignidad’ de la energía nuclear se está convirtiendo en un mantra, afirma: "No soy anti-renovable", y sigue: “Y es cierto que necesitaremos mucho más energía eólica y solar.  Pero tengamos en cuenta que es, con mucho, la fuente de energía menos efectiva disponible”, siendo consciente que para el futuro del planeta la energía nuclear es la piedra angular, aunque se sigan construyendo las llamadas energías renovables, caras y con poca eficacia. Duncan S. Campbell (vicepresidente Distributed Energy Specialist) escribió en un tuit: “El trabajo de los defensores de la energía nuclear debería ser hacer que la energía nuclear sea popular, no obligar a todos a aceptar algo que no quieren”. Son muchos los que trabajan con energías y científicos que están rectificando todo lo que hasta ahora se consideraba como un hecho incontestable.

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