Opinión

El símbolo odiado

Jesús de Nazaret, o el “Hijo del Hombre” como Él mismo se proclamó, murió en el peor de los suplicios que se pueden imaginar, la cruz, reservada sólo a los peores criminales. Esa cruz, tras su muerte, se ha convertido en un símbolo de amor, solidaridad, refugio de los más pobres o de los injustamente perseguidos y en especial de la libertad de la humanidad. Lo dice claramente el papa Francisco: “Mientras los grandes de la Tierra construyen tronos para su propio poder, Dios elige un trono incómodo, la cruz, desde donde reinar dando la vida”.

 El símbolo de la Cruz o del Crucificado lo encontramos en todo el mundo, es el que enseña un sistema de vida, una ideología nunca superada por otras que aún siguen vigentes tras “transformarse” después de haber fracasado. Quizás porque lo transmitido por Jesús de Nazaret sigue tan vivo y vigente como el primer día, su símbolo, la Cruz, y sus seguidores son los más perseguidos, de los que más se mofan, sólo en 2017 fueron asesinados por su fe cristiana más de 3.000, y en 2018, más de 4.000.

 Se cometieron muchos atropellos por clérigos, obispos, cardenales y varios papas entre ellos, hasta el punto de que el emperador Carlos V entró a saco en Roma en su lucha contra el papa Clemente VII. Se cometieron tropelías, aunque ahora se exageran. Henry Kamen, una de las voces más reconocidas en el estudio de la Inquisición española, concluye en una investigación publicada por la Universidad de Yale (cuarta edición, 2014): “Podemos concluir con probable estimación, que un máximo de 3.000 pudieron haber sido condenados a muerte durante toda la Inquisición, basados en la documentación disponible”; obviamente, perseguidos más, entre ellos Teresa de Ávila (santa) y Juan de la Cruz (santo), Galileo (científico)… de todos y todo se ha pedido perdón y los que viven y ocultaron las felonías fueron castigados. Muchos cristianos no han seguido lo dicho por el Crucificado, lo que no quita que unos miles pongan en duda la ideología cristiana. ¿Cuántas ideologías actuales, algunas procedentes de antiguas modificando el discurso, pueden decir lo mismo? ¿Cuánto hacen los cristianos por los desfavorecidos en todo el mundo? Por ello me siento orgulloso de seguir a Jesús de Nazaret y no comprendo el odio a la Cruz y a sus seguidores.

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