Opinión

Emergencia energética: cierre de empresas, hambre y frío

Con un cierto retraso, poco más de una semana, siguiendo las recomendaciones de los tecnócratas de Bruselas, el Gobierno ha aprobado “+ Seguridad Energética”, que recoge 73 medidas de contingencia energética que movilizarán 3.000 millones de euros. A destacar el descuento del 40% en la factura eléctrica para 1,5 millones de vulnerables. Algo similar lo hicieron otros países de la UE, con distintas opciones. En Francia ha ocasionado la huelga de las refinerías y el consabido desabastecimiento de las gasolineras (problemas y alguna muerte). Alemania tira hacia adelante y vuelve al carbón, lo mismo que Polonia, además pagará la calefacción de sus ciudadanos en uno de los meses más fríos diciembre. España desarrolla más recomendaciones y obligaciones, contemplando ayudas a la industria con un precio de 7 euros por Kwh. Sin olvidar los millones que reciben las renovables. Los ciudadanos verán en sus recibos los gastos en electricidad de sus vecinos, a mi modo de ver, un ataque directo a la confidencialidad de datos. Cierto que son anónimas, pero a algunos será fácil conocerlos. Quiero ver que no caiga en manos de okupas, pues pueden tener pistas para buscar en el barrio las casa vacías. Lo hacen para que haya “competencia” entre vecinos, incluyendo también “consejos para reducir de un modo inteligente y eficiente”.

Esperaba de Bruselas y de los gobernantes algo más, un “Plan Energético” a cortísimo plazo, medio y largo plazo. No lo hacen porque siguen con el camino que nos ha conducido a esta situación, unido a la invasión de Ucrania por Rusia. El resultado es que no se descartan cortes de luz y frío.

Gobierno y oposición siguen con las mismas soluciones: renovables. Diferentes estudios científicos, incluida la AEMT, han informado de los daños que causan, que con ellas no podríamos sostener las demandadas industriales, agrícolas, servicios y consumidores. Podemos ser autónomos y exportar energía, con un mix de biomasa (evitaríamos incendios y haríamos caminos transitables del rural), nuclear segura y sin desperdicios, hidrógeno, gas, biogás, térmicas… Explotemos las reservas, incluidas las cercanas a Canarias. Podemos tener un estado de bienestar y dejarlo a nuestros descendientes.

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