Opinión

Necesitamos nuevas ideologías

Desde finales de los 80 del siglo XX sabíamos que la "era industrial" iniciada en el XIX había terminado. A la nueva la denominamos como "era digital", y con el paso del tiempo cambiamos debido al avance y confluencia de las tecnologías para llamarla "era del conocimiento", fijando su fecha en un hecho que ha marcado a la sociedad: la caída del Muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989. Encuentro algún paralelismo con el inicio de la edad contemporánea fechada en 1789 con la toma de la Bastilla, que produjo el paso del absolutismo a una sociedad que iniciaron los redactores de la Enciclopedia, y que plasmó Rousseau en sus libros (también repercutió en el alzamiento revolucionario la subida de impuestos que con mayor rigor sufrió la burguesía), siendo el origen del sistema democrático, que tuvo un periodo de transición con la suspensión de la Constitución el 10 de octubre de 1793 cuando se inició el período del terror que terminó al eliminar a Danton, Saint-Just, Desmoulins, Hébert y Robespierre, dando paso al capitalismo-liberalismo que dominó el XIX. Con razón y justamente nació el socialismo como contrapeso; así en el siglo XX encontramos anarquistas, comunistas, socialistas, republicanos, liberales, conservadores, radicales, ultras… que convivieron como izquierdas y derechas hasta el derrumbe del Muro.

Desde esa fecha han modificado su lenguaje. En el fondo, el discurso -salvo poquísimas excepciones- es el mismo, cambiando izquierdas y derechas por progresistas y conservadores (en muchos casos habría que decir vergonzantes). Bastantes, sin excluir a los conservadores, se arrogan el derecho de etiquetar a otros con uno u otro adjetivo, estableciendo una falta de libertad que se traduce en que todo lo que no es “políticamente correcto” está fuera de la democracia. Es la forma de esconder la incapacidad de dar soluciones a la sociedad actual, que ha experimentando en pocos años el mayor cambio de la historia. Necesitamos renovación o perdemos todo lo conquistado desde 1789: libertad, igualdad, democracia y solidaridad. No a que sólo valga lo que ciertos “poderes” dicen, ni a las bombas ni a los corruptos; sí a nuevas ideas que contemplen la actual sociedad mejorándola.

Te puede interesar