La teoría de la evolución de Darwin, aun con las diferentes discrepancias de algunos, no puede evitar que sepamos los Homo sapiens que desde hace 195.000 años pasamos de cazadores a recolectores, enfrentándonos a peligros por todas partes, desde plantas venenosas hasta depredadores. Nos ayudó a combatirlos descubrir el fuego, construir armas para la defensa, que también utilizamos contra otros de nuestra especie, y las cuevas para refugiarnos. Millones de años después seguimos asustándonos, o nos asustan, con la posibilidad de una guerra nuclear, a lo que ha ayudado posiblemente más de 70 años de propaganda en contra. Todo ello aunque la vida y el medioambiente no se ven afectados. Países democráticos como Suecia, Francia o Inglaterra apuestan por un futuro energético nuclear, y no digamos países como China, India o Sudáfrica.
Es necesario evitar las energías basadas en carbón para disminuir los efectos del cambio climático. Muchas fuentes no lo emiten: eólica, hidráulica, solar, geotérmica, mareomotriz, nuclear… Algunas de ellas sólo las podemos utilizar en ciertos momentos, únicamente funcionan en determinados lugares, no pueden almacenar la energía en cantidades adecuadas y rentables para cuando se necesitan y no se vislumbra que vaya suceder un cambio en estas características, ni eliminar los problemas ambientales que tienen.
La energía nuclear resuelve todos estos inconvenientes, garantizando el suministro en cualquier lugar y momento. Reduce el coste de la energía y produce una estabilidad económica y ambiental hoy y en el futuro, sin contar los grandes beneficios como la prevención y curación de enfermedades, y en el futuro con su utilización en la nano robótica para la curación de enfermedades, y prevención de las mismas.
No entiendo cómo esta energía barata la hemos abandonado, siendo utilizada por países democráticos, con futuro por delante, y que incluso tiene un sustituto de combustible no contaminante por isótopos radioactivos (torio), estando con la vista puesta en obtención de la energía nuclear de fisión, como la de nuestro Sol y de estrellas similares, así los problemas de radioactividad dejan de existir, y la nuclear se convierte en energía limpia que produce helio como residuo.
