En las últimas reuniones sobre el cambio climático se habló de la posibilidad de que se pueda eliminar a medio o largo plazo el CO2, el metano y otros elementos causantes del incremento del efecto invernadero. Debemos de saber que la UE tiene prevista una red de gasoductos que, conectados, proporcionarían gas natural a todo el continente procedente de África y de Rusia, incluido el del Ártico, que produce gases de efecto invernadero, entre ellos el NO2.
Además de lo anterior, pese a que las políticas de conservación de la biodiversidad son normalmente muy positivas, algunas de ellas restringen que los humanos puedan utilizar los bosques tropicales (grandes pulmones de nuestro planeta por el oxígeno que proporcionan a cambio del CO2 que consumen), y que ayudan a la diversidad biológica. No tienen en cuenta que afectan muy directamente a las sociedades indígenas que viven en esos bosques, puesto que no tienen acceso fácil a los productos de primera necesidad para ellos. Los datos los aportó el equipo científico dirigido por Victoria Reyes-García, del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de la Universidad Autónoma de Barcelona (ICTA-UAB), que convivieron año y medio con pueblos indígenas de la parte del Amazonas de Bolivia, de los bosques de Indonesia y del Congo. La conclusión a la que llegaron es que no solo hay que tener en cuenta las políticas que cuidan de los bosques, sino que en la medida en que se tomen debe de estar presente la forma de vida, milenaria, de los indígenas y su bienestar. Para lograr su supervivencia proponen que los modelos incorporen la cultura, el conocimiento que tienen y que se han transmitido generación tras generación, estrechamente relacionados con el medio en el que viven, que sigan viviendo con sus costumbres pues es pequeña la repercusión que tiene en los bosques en los que viven dada la poca densidad demográfica que tienen.
Después de la reunión del COP23 (Conference Of the Parties-Conferencia de las Partes) en Bonn, para que el mundo que reciban nuestros nietos sea mejor debemos abrir nuestra mente y pensar en nuestro planeta, olvidar algunos estudios que no tienen en cuenta todos los elementos, entre ellos los polos y el cambio del eje de la Tierra, que ya afectan al clima y lo estamos sufriendo.
