Opinión

Otra vuelca de tuerca a la libertad

En el mes de noviembre, y sin que la mayoría de lo medios de comunicación lo dijeran, Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE), pronunció un discurso sobre el proyecto de desarrollar un “euro digital”. Un paso más para la desaparición del dinero en efectivo. Ahora ya tenemos reducido a 1.000 euros el dinero disponible en cajeros bancarios y al pago en efectivo. Ahora se quiere dar un paso más para el control del dinero gastado o invertido por los ciudadanos. Este tema del euro digital lleva tiempo pensándose, se cree que del mismo modo que en la UE tenemos una moneda única, con billetes y monedas (ciertamente cada vez más reducida), podríamos tener, según la presidenta del BCE, una divisa digital que serviría como medio de pago electrónico. La idea del “euro digital” lleva tiempo encima de la mesa. Al igual que hoy tenemos una moneda única europea plasmada en monedas y billetes, lo que propone el BCE es emitir una divisa digital, que serviría como medio de pago electrónico. Casi todos son utilizados y conocidos por la mayoría de las personas.

En una encuesta realizada por el mismo BCE, según dio a conocer en la conferencia Christine Lagarde, “el 43% de los europeos encuestados han citado que su principal preocupación ante el ‘euro digital’ sería la de la privacidad”. Según estos datos, los ciudadanos de la UE consideran que este proyecto puede acelerar la desaparición del dinero en efectivo y generar un entorno de pagos sujeto a mucho más control por parte del Estado. Más digo, estaríamos controlados, sabrían dónde y lo que compramos, cuánto gastó y en qué diferentes lugares, a dónde vamos, qué vestimos, lo que comemos, cómo, dónde y cuándo nos divertimos, nuestro tiempo de descanso, diversión y cómo… en definitiva, nos tendrían aún más controlados. Ahora saben por nuestro teléfono dónde estamos, con quién y qué hablamos, nuestros desplazamientos… Unamos todo ello y veremos que cada vez más, los poderosos, los que no han sido elegidos por la ciudadanía, imponen un sistema que nos conduce a una dictadura nunca conocida. Lo peor es que lo hacen desde las democracias consolidadas sin que la ciudadanía se entere de que esos privilegiados nos están dominando.

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