Nos alegramos de encontrar sistemas solares similares, la humanidad está deseosa de que en el Universo haya alguien más. En muchos planetas podría existir vida, donde encontremos agua y dióxido de carbono (CO2) hay una posibilidad de vida básica. Por las investigaciones realizadas hemos encontrado aquí en la Tierra que también en medios sulfurosos hay vida muy básica, pero con pocas posibilidades de desarrollo.
Drake desarrolló en 1961, teniendo en cuenta las condiciones para que exista vida, la ecuación que lleva su nombre para estimar la cantidad de civilizaciones en nuestra galaxia susceptibles de poseer emisiones de radio detectables. Desde ese momento se ha buscado vida en el Universo, e incluso otras civilizaciones. Con el tiempo y a medida que vamos avanzando en el conocimiento del Universo y de nuestra galaxia, la Vía Láctea (Camino de Santiago), aún se sigue perfeccionando la ecuación, con resultados no satisfactorios.
Semanas atrás todo el mundo se hizo eco de un sistema con siete planetas. Cuando se avanzó en su conocimiento comprobamos, como en otras ocasiones, que no era posible la vida tal como la concebimos, y seguimos sin recibir ningún signo eléctrico, visual, acústico o de cualquier tipo que permita decir que hay otra vida en el Universo. Es duro, pero cada vez es más probable que se cumpla lo dicho por el Premio Nobel Enrico Fermi, que si no hemos detectado nada, siendo capaces de "escuchar" y "ver" la radiación de fondo del Big Bang que sucedió hace 13,7 mil millones de años, con mucha más razón tendríamos que "recibir noticias” de otra civilización más o menos avanzada. En la ecuación no se contempla la "protección" que desde el primer momento tuvo nuestro planeta, los cinturones de Van Allen y una atmósfera como la que nos rodea para evitar las "llamaradas" solares, y el propio Sistema Solar que parece preparado para que la Tierra pueda tener vida con su nube de Oort y su cinturón o acantilado de Kuiper.
No podemos afirmar que no exista un sistema de vida, incluso primitivo, de la unión del agua con el dióxido de carbono, o una combinación similar, aunque por las condiciones que le rodean, como el último GJ 1132b (1,4 veces mayor), con agua y metano no se ve posibilidades de desarrollo de vida.
