Lo primordial es atender la erradicación del covid-19 (coronavirus), desconocemos cuál será el futuro, sí sabemos que traerá crisis económica y paro. El Banco de España pronostica 5 millones de parados, y el estudio del BBVA cifra en 9 millones los desempleados (50 % de la población activa). Coinciden todos en que tardaremos dos o tres años en recuperar lo que teníamos a primeros de marzo. Hay buenas noticias, la principal es que dentro de un año tendremos vacuna, cuatro laboratorios trabajan en ello en China, EEUU, Reino Unido y Rusia. Algunos más optimistas dicen que estará para el otoño, o que ya está (Israel).
El rural ofrece grandes posibilidades y va a ser unos de los factores que habrá que abordar -como la cooperativa, en donde los trabajadores sean los mismos cooperativistas, con la participación correspondiente en las ganancias y en salario- garantizando a los dueños de las fincas un mínimo anual para que las cedan. Cambiar el sistema educativo, para facilitar que los niños de las aldeas vayan a clase. Quizás no sería mala idea volver en Primaria a la escuela unitaria ubicada en la parroquia. Haciéndolo permitirá poder comer nuestros buenos productos e incluso expórtalos. Sé que hay que negociar con la UE el PAC, que no se hizo en su momento pero ahora es imprescindible.
El segundo punto es el desarrollo de la industria en los “polos de desarrollo”, facilitando la implantación y eximiendo de impuestos o reduciéndolos para que puedan ser rentables y contratar a las personas; ya llegará el momento de volverlos a subir.
El tercer punto comprende pymes, autónomos y pequeño comercio: habría que eliminar impuestos o reducirlos a algo simbólico. Sólo así podrán abrir de nuevo y sobrevivir. Es necesario dinero, hay que rebajar impuestos, reducir sueldos de los altos cargos de las instituciones, abolir los asesores, cuando los funcionarios están capacitados para hacer lo mismo o mejor. Ha sido bueno que Diputación y Abanca renovaran su alianza con 25 millones para familias, empresas, autónomos y comercio.
El termalismo y el Xacobeo del 2021 no serán lo esperado. Sólo en el mes de marzo, el turismo en Ourense cayó un 65 %, y las perspectivas para este año no son buenas y costará volver a ganar la confianza.
