Opinión

Preparando la reunión anual medioambiental

El COP24, como se denomina informalmente a la 24ª Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, este año se celebrará en Katowice (Polonia) del 3 al 14 de diciembre. Como todos los años, en meses anteriores se producen informaciones contradictorias, algunas sin ninguna base científica, otras diciendo solo parte de la realidad, y la mayoría siendo conscientes de ella. Esto sucede porque en estas reuniones se han metido de lleno la política y hemos asistido a confrontaciones países ricos/países pobres.

Desde la capa de ozono al CO2, pasando por las flatulencias de metano de los bovinos, se ha pasado como elemento principal por casi todos los gases de efecto invernadero. Este año le ha tocado al diésel, del que ya he escrito un artículo, y, con más fuerza que en años anteriores, al deshielo de los polos terrestres, contando casi cada desprendimiento como si fuese una novedad, cuando sabemos que es un hecho que cada primavera se producen esos icebergs. Un ejemplo que todos conocemos es el que causó el hundimiento del Titanic.

Se habla muy poco de que en el Ártico se están realizando extracciones de gas natural por medio del “fracking”, que produce dos efectos básicos: la rotura de rocas y tierras internas hasta llegar al lugar en que se encuesta el gas, y la introducción de agua no potable para que empuje al gas hacia arriba. Esto causa desprendimientos de hielo, contaminación del subsuelo y muy probablemente terrenos. El gas natural es un hidrocarburo formado principalmente por metano en un 95 %, y es un gas de efecto invernadero más potente que el CO2. También suele contener una proporción variable de nitrógeno, etano, CO2, H2O, butano, propano, mercaptanos y trazas de hidrocarburos más pesados. Ciertamente que para redundar en que las peores causas para el efecto invernadero no es el gas metano, se citan la actividad ganadera y los arrozales, que suponen alrededor del 50% de las emisiones causadas por el hombre.

Estudios independientes indican que el escape de gas natural es de 1 % en la extracción, transporte y distribución, pero no dicen los millones de litros que son. ¿El coche eléctrico es la solución?, ¿energía y baterías?

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