El cuarzo, feldespato y mica son los componentes básicos del granito, y tiene una fuente de radiación debida al uranio natural U238 que contiene; sus isótopos se transforman en radón, el cual tarda casi 4 días (3,8) en convertirse en el polonio (Po212) que se desintegra en tres minutos y se transforma en plomo Pb214, y éste 27 minutos más tarde se convierte en bismuto (Bi214).
No se ha demostrado que los becquerel o becquerelios (el tiempo que tarda el isótopo en desaparecer-desintegrarse) sean dañinos, lo importante son los mSiervets que es la dosis que un ser humano absorbe en un ambiente radioactivo, por lo que una persona respirando un aire contaminado de radón pasa en unos minutos a tener en sus pulmones partículas sólidas radiactivas. El radón se libera principalmente en las sierras, aunque según los datos estadísticos no son tan letales como en Galicia. Es la gran pregunta ¿por qué? Según los estudios, debido a la humedad ambiental, el radón se disuelve muy bien en agua, por ello la gran aliada es la humedad de los sótanos de los edificios, las bodegas, lugares mal ventilados o cerrados… mantener estos lugares libres de radón es esencial, ya que en condiciones normales no causa ningún problema al disolverse rápidamente en el aire. Las provincias con mayor tasa de exposición son Pontevedra, Ávila, Ourense, Lugo, Cáceres y Madrid. Las zonas con alto contenido en granito, Sistema Central, Arribes del Duero o el sur de Galicia presentan un fondo radiactivo considerablemente más alto, ya que muchos granitos contienen también tres elementos radiactivos naturales: el potasio, el torio y el uranio.
En España, el 60% de la radiación natural recibida por la población es de origen natural: radón, 34 %; rayos gamma, 14 %, procedentes del interior de la Tierra; alimentos y bebidas, 9 %; torio, 3 %. El resto, no natural, medicinas, 30 %. El 10 % proviene de las radiaciones cósmicas que logran llegar a la Tierra después de pasar las defensas de nuestro planeta.
De todo lo publicado, lo único claro es que hay que realizar estudios serios para poder reducirlo con la probabilidad de 3 sigmas que es lo mínimo que se pide a un estudio científico. Los arquitectos gallegos están concienciados y trabajan en el aislamiento del radón en las zonas húmedas.
