Opinión

Las renovables, no tan ecológicas

Se debatió hace una decena de días en el Parlamento autonómico gallego la propuesta de la Xunta de incrementar la producción energética en Galicia mediante la implantación de una serie de parques eólicos situados en diferentes lugares de nuestra tierra. Sólo en 2019 se pusieron en funcionamiento 18 parques eólicos con una potencia de 415 MW (megavatios), superando en mucho lo implantado en los diez años anteriores (2009-2018) que fue de 277 MW. El total de energía obtenida por este sistema en el año 2019 fue de 3.778 MW (16,3 % de España). 

Lo que me parece inadecuado es que se coloquen en parques naturales, no teniendo en cuenta:

Primero: Nature Climate Change publica el estudio realizado por un equipo liderado por Yuanlong Hu, del Departamento de Ciencias Atmosféricas y Ambientales de la Universidad de Albany (EEUU), que desde el 2003 hasta 2011 -en una región de Texas en la que se encuentran cuatro de los mayores parque eólicos del mundo- ha comprobado que la tierra se calienta más en las áreas adyacentes a los parques eólicos, incluyendo cambios en el clima local de hasta 0,72°C cada década. Cautamente advierten que no se puede extrapolar a otras latitudes.

Segundo: En un estudio de la Universidad Politécnica de Madrid y de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) se revelan interferencias de los parques eólicos en mediciones y predicciones meteorológicas, en señales de radio, televisión digital terrestre (TDT), sistemas de radar de control del tráfico aéreo, defensa o meteorología, y añaden: “Los parques eólicos pueden por tanto provocar la identificación incorrecta de tormentas y su seguimiento, e incluso la confusión con estructuras tornádicas”, subrayando la importancia de estudiar el emplazamiento. Era ministro Miguel Sebastián, militante en aquella época de Greenpeace, que abandonó en 2011. 

Añado que en ese mismo informe se descubrió que el microclima del lugar cambia, lo mismo que se comprobó en Texas; que la fauna se desplaza hacia otros lugares, y que influye en las corrientes atmosféricas y el desplazamiento de las nubes, con lo que eso significa para la modificación del clima. 

La energía fotovoltaica causa, según la NASA, un incremento de 2°C en la atmósfera en la que se colocan. Y son más los efectos nocivosm como he escrito en otros artículos.

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