Opinión

¡Somos tontos! no hay guerra virológica

Los últimos datos que ha publicado la embajada de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Wuhan nos sitúan en el año 2019, cuando apareció en SARS CoV-2 que produjo la pandemia del covid-19. Nada de lo que se dijo en un principio es cierto, ni los murciélagos ni el “laboratorio 4” ni el mercado, que algunos acusaron de ser los causantes, tienen la culpa. Al finalizar su investigación, reconocen que el coronavirus es de origen animal y que surgió en esa zona. El día 10-2-2021 conocemos que un nuevo estudio dirigido por científicos de la Escuela de Medicina Duke-NUS, en Singapur, y de la Universidad Chulalongkorn, en Tailandia, han comprobado que murciélagos y pangolines del sudeste de Asia han evidenciado que albergan coronavirus relacionados con el SARS CoV-2. Lo mismo que se dijo al principio, que “nació” en Wuhan, pero no han encontrado rastro, aunque sí a miles de kilómetros de ella y precisamente en los mismos animales que en un inicio se produjo. Busquemos pronto y encontremos el reservorio, será muy importante para acabar con esta guerra, perdón, pandemia, que tiene según las altas esferas origen animal, es por tanto una enfermedad zoonótica. 

Si no hubiese tantos muertos (2.329.149 a nivel mundial), y 106.602.149 que han sobrevivido después de pasarlo mal, pensaría que nos están proyectando una película cómica. Desgraciadamente no es así y seguimos en guerra. En España, 3.000.487 contagiados y 63.061 muertos, aunque el INE calcula que desde marzo han fallecido, según los registros civiles, 75.000. Datos al miércoles 10-02-2021. No son números, son personas que han muerto, en condiciones muy males, enterradas deprisa y corriendo y casi en soledad.

Ha pasado un año y seguimos lo mismo, con mutaciones del virus y no conociendo bien el daño que puede hacer o si las vacunas que tenemos son eficaces o no. Lo importante en esta situación de guerra en la que conocemos el arma, virus SARS CoV-2, desconocemos el “cui prodest” (a quien beneficia), como preguntaba Cicerón. Ante la situación que vivimos, y teniendo en cuenta los que se están beneficiando, es de aplicar las palabras de sus catalinarias: “Quosque tandem abutere, Catilina, patienta nostra?” (¿hasta cuándo abusarás, Catilina, de nuestra paciencia?).

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