Opinión

El Largo subido en su tanque

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Llegó septiembre y recuerdo mi máxima: “Lo importante es estar vivo, en marcha, el resto no importa”. Esto escribía el inolvidable Camus, que tanto amó a España. Pero qué canción aquella, hermano lector: “Cuando llegue septiembre todo será maravilloso”. La cantaban los Rocking Boys, mira tú, allá en el 58. Los primeros roqueros de este país.

Hay que joderse. Me pregunta mi vecino que ayer llegó de vacaciones: “¿Sabes cuál fue la primera canción que escuché esta mañana?” Va y me espeta: “La primera balada que sonó en mi móvil a eso de las ocho fue una voz metálica y urgente, lejana a la de una cálida cantante. El estribillo decía: ‘Pásese usted por la oficina, a poder ser esta misma mañana”.

Pero vamos a lo nuestro. Te cuento cómo me las apañé para sobrevivir en este agosto angustiante. Te juro, alguien me llevó a una playa concurrida, de esas en que los fulanos llegan a las siete y colocan sus aparejos. Créeme, sentí tal pánico que regresé de inmediato.

Me pregunté qué diablos iba a hacer conmigo. En fin, tenía que organizarme. Algún buen libro, breves escapadas y mi terapia favorita: irme a Arzádegos, el pueblo en que fui feliz de niño. Allí los lugareños, ya mayores, me dicen sonrientes: “Hola, Jaimito”. Es como si regresase a la infancia. Más efectivo que treinta visitas al psicoanalista.

Sorpresa, sobre el día 5 recibí una llamada que me ayudó a poner las cosas en orden. Laureano, un viejo amigo y compañero de estudios que trabaja en el Instituto Cervantes, me propuso: “Tengo trabajo para ti este mes. No te asustes, es gratificante. Sacamos un número sobre La Nueve, ya sabes, la División Leclerc en que estaban integrados alrededor de ciento cincuenta republicanos españoles, los primeros que entraron en París”.

Cómo es la vida. Allá en los setenta, Laureano era un insumiso huido a París para no cumplir el servicio militar. Allí nos conocimos, en el café Les Deux Magots, donde hacían tertulia exiliados republicanos que se negaban a regresar mientras viviese el general ferrolano. Yo era un estudiante perdido por Europa. “¿Recuerdas Laureano a Felipe ‘el Largo’, aquel asturiano que nos enseñó, orgulloso, una foto sepia, él subido a su tanque entrando en el Ayuntamiento el 24 de agosto de 1944? Aquel tanque que llevaba escrito a mano el nombre de una batalla española ‘Brunete’.

”Serían ocho o nueve tertulianos. Todos habían hecho un ‘bis’. Empalmaron el final de la guerra española con la segunda guerra mundial; al fin, el enemigo era el mismo: los nazis. Ah, Laureano, ¿recuerdas la agresiva discusión cuando ‘el Largo’ le espetó a aquel republicano de Astorga: ‘No presumas tanto de haber estado en La Nueve. Tú y muchos no tuvisteis cojones de apuntaros a aquel ejército de cinco mil hombres que entramos el 19 de octubre de 1944 en el valle de Arán en la Operación Reconquista. Aquello no fue bien. La nieve y demasiados enemigos nos hicieron recular”.

Cuánta pasión había algunas tardes en el Les Deux Magots. Y en el Café de Flore, que tanto amó Hemingway. Cuánto artista español sin blanca se acercaba allí porque siempre había un compatriota que pagase el café. Recuerdo al pintor Virgilio y a un muy joven Alexandro engullendo el cruasán crujiente. Allá en el número 172 del Boulevar Saint-Germain esperaba “el Largo” la caída del general. Qué extraña es la esperanza.

Qué será de Juan “el Barbero”, allá al fondo en su mesa de mármol, imperturbable su cigarrillo Gitanes. “Chaval, sí, yo atravesé el Ebro aquel 25 de julio de 1938. Era nuestra última ofensiva. El 16 de noviembre Teruel, helado, la nieve por la cintura, atravesé el Ebro de vuelta, bajaba lleno de cadáveres…”

(Escribo el encargo que me hizo Laureano. Todo el mes me invadió una gélida melancolía. Ah, La Nueve. Cuánto tardaron en reconocer los franceses que nuestros republicanos fueron los primeros que atravesaron las calles de París aquel lejano 24 de agosto.

Y cuánto los amó su general Leclerc: “Ellos eran valientes, temerarios y sin miedo a la muerte”.

Camus también los cantó: “Donde no hay esperanza, debemos inventarla”.)

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