Opinión

Caras e historias

Lástima no tener la capacidad para detener el reloj y el tiempo en un momento cualquiera del partido. No importa cual. Sin límite. El necesario para ponerme en pie y recorrer la grada despacio.
Ahí estaréis. Hoy no faltará nadie. Fuiste el mejor amigo hasta que el BUP hizo diáspora irrevocable con un EGB en el que compartimos momentos geniales. Entonces eras Suso y ahora te veo en la grada con tu hijo en el colo y como 'Westy'.
Y tú, Toño, que saludas y despides siempre con una sonrisa en el colegio de mi sobrina favorita y pronto de mi ahijada la pequeña. Que me reprochas entre bromas que te agito la cerveza en las retransmisiones y te hago un poco más incómodo el sofá desde el que no te pierdes un partido.
Y tú Paco. Que no dudaste en poner tu dinero sobre la mesa cuando el club languidecía. Has vuelto y de nuevo con Héctor a tu lado. Me alegro, de verdad. Tu mujer también estará hoy con nosotros. Seguro.


Vizcaya padre e hijo. A las duras y a las más duras. Sin pestañear para hacer kilómetros y cobistas como el que más. En un lado de la grada o en el otro. Eso es lo de menos.
Rafa y sus 'Boinas'. Inalterables. Ya os tocaba un año tranquilo. Mucho mérito, seguir erre que erre con un peña que es historia del COB.
¡Y los Siareiros! Solo por vosotros ya merece la pena la temporada. Empujando a veces en solitario. Os tocará presumir de equipo en la Liga ACB la temporada que viene.
Los jóvenes. Como vosotros. Que compartís pasión dentro y fuera de la pista. Ayla y Marcos, siempre con la camiseta del equipo y subiendo a la valla para descargar tensión. Como Rubén. Brazos al viento y cabeza alta.


Los veteranos. Echo de menos a Romasanta. Los que ayer estuvisteis en el Pazo simbolizando a los cientos que han vestido la camiseta del COB. A los miles que os han aplaudido.
Jorge, Roberto, Carlos y compañía. Que sacasteis al club del pozo a costa de tantas cosas.
Por ti Berto. Presumo de amistad. Espero estar a la altura donde lo dejaste.
Hoy todos indios o vaqueros. En el Pazo o fuera de él. ¡Qué sí, joder. Qué vamos a ascender!

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